Neymar, la letra pequeña de un contrato con un problema mayor

Neymar, la letra pequeña de un contrato con un problema mayor

El brasileño no quiere precipitarse con el 'si quiero' al Barça

La prisa la tiene el Barça. Josep Maria Bartomeu no las tiene todas con el brasileño. Desde el Barcelona presionan al entorno de ‘Ney’, el padre, para poner sobre la mesa las bases de la futura mejora del contrato del '11' que debería atar al jugador casi de por vida con la entidad azulgrana ¿El problema? Dos. Primero, la letra pequeña del contrato del futbolista tiene al clan brasileño durmiendo a pata suelta.

 

Neymar  tiene un contrato singular con el Barcelona porque oficialmente el sueldo del futbolista es de seis millones fijos por cada una de las cinco temporadas que firmó y a los que hay que añadir otros dos y medio por variables muy sencillas de conseguir: jugar el 60% de los partidos y clasificar el equipo para Champions.

 

Además, hay un máximo de dos millones más en concepto de variables según los títulos ganados. Va desde los 750.000 euros por ganar la Liga, hasta esos dos millones por el triplete. Sin embargo, el contrato tiene una curiosa cláusula por la cual el club le garantiza el pago de las primas, aunque el equipo no alcance los objetivos marcados en forma de títulos. Es decir, tiene garantizados esos 10,5 millones al año. Una cifra generosa que no obliga a 'Ney' a precipitarse. Cierto es que el Barcelona le ofrece llegar hasta los 18 con la mejora, solo por debajo de Messi, pero no menos cierto que esas cifras se las firmaría United/City/PSG con los ojos cerrados. 

 

Y segundo, y principal. El brasileño está muy agradecido al Barcelona, pero advierte un problema mayor: la fuerza de Messi en el club azulgrana lo aparta, hoy por hoy, de los grandes galardone individuales. En el entorno del futbolista existe el convencimiento de que Leo es una losa para el crecimiento, individual, del jugador. Mientras los dos cracks compartan techo, y viendo el nivel de forma de Leo, el pulso difícilmente se decantará en favor de un Neymar que tiene prisa por ser Balón de Oro. Un tema incómodo en el Barcelona que amenaza con convertirse en una losa insalvable en el club a medio plazo.