Mestalla duda de Nuno y de los fichajes (raros) tras la salida de Otamendi
Hay nerviosismo tras los dos primeros pinchazos en la Liga y las cuentas no están claras con los nuevos fichajes
Mestalla abroncó a Nuno Espirito Santo el pasado domingo durante el choque que los chés empataron ante el Deportivo de la Coruña en casa. Se trata del segundo empate del equipo valencianista en dos jornadas ligueras y ante dos rivales teóricamente asequibles, lo que ha propiciado los primeros nervios entre algunos aficionados. Sin duda, aderezados por los últimos movimientos de la entidad, aceptados más o menos bien por el grueso de la hinchda pero al mismo tiempo con un cierto regusto a 'desilusión' o dudas que flotan en el ambiente.
Las primeras, las deportivas: no se entiende que Álvaro Negredo pase de ser el 'patito feo' al hombre clave y que, encima, justo en el momento en el que el Valencia debe remontar un partido sea sustituido. Nuno decidió quitarle por Alcácer en la segunda mitad cuando la grada esperaba un asedio con dos delanteros. Hubo silbidos. Y es que la historia con el 'Tiburón' es el cuento de nunca acabar y el mundo al revés: fichaje mediático por una cantidad desmesurada de 30 millones de euros, después descartado al ostracismo y ahora imprescindible.
Por otro lado, el fichaje de Abdennour ha generado la ilusión que faltaba con Aderlán Santos. Dos centrales llegados para sustituir a Otamendi, una venta que ha minado el proyecto de Peter Lim en su totalidad, pese a la enorme cantidad de dinero ingresada. Un dinero utilizado ahora para fichar a dos futbolistas en lugar de a uno, ambos por una cantidad que seguro habrá sido importante (sobre todo en el caso del ex jugador del Mónaco). Hablamos en tono hipotético porque el club no ha querido hacer públicas las cantidades, aunque el ex del Sporting de Braga pudo costar en torno a 7,5 millones de euros.
¿Y Garay? El central argentino del Zenit hubiera costado más o menos esa cantidad, y es representado por Jorge Mendes, el hombre con 'mano fuerte' en el Valencia. ¿Por qué entonces no fichar al deseado? Cuestiones que se irán al limbo, y que contribuyen a generar ese clima de tensión permanente que lleva reinando en la ciudad del Turia durante todo el verano.