Hubo caras largas en el vestuario del Barça tras ganar al Málaga

Hubo caras largas en el vestuario del Barça tras ganar al Málaga

Los jugadores son conscientes de que la plantilla es cada año menos competitiva que el anterior

La victoria ante el Málaga dejó una sensación agridulce en el vestuario del Barcelona. No tanto por el resultado, sino por todo lo que está rodeando al equipo en los compases iniciales de esta temporada. El conjunto azulgrana se impuso por un exiguo 1-0 gracias, sobre todo, a la brillante actuación de Carlos Kameni, pero eso no aparta la atención del gran problema que puede encontrarse el equipo en la presente campaña: el banquillo.

 

En los últimos años, la configuración de la plantilla se ha ido mostrando, al menos sobre el papel, cada vez menos competitiva que la de la temporada anterior. Una situación que este verano se ha visto agravada por la sanción de la FIFA, que impedirá que los dos refuerzos que se han fichado hasta el momento para el presente curso, Arda Turan y Aleix Vida, no puedan estrenarse con el conjunto barcelonista hasta enero del año que viene. Las lesiones de Dani Alves y Sergio Busquets, unidas a la sanción de cuatro partidos sobre Gerard Piqué, han disparado las diferencias entre el banquillo y el once que se alinea sobre el terreno de juego. Xavi y Pedro se han marchado este verano y no parecen tener relevos de auténticas garantías. Al menos, por el momento.

 

El equipo azulgrana tendrá que sobrevivir prácticamente con lo puesto hasta que se acabe el año. A partir de entonces, con las incorporaciones de Turan y Aleix Vidal, unidas a los más que posibles nuevos refuerzos en el mercado invernal, deberían darle otra cara al equipo. Hasta que llegue ese momento, a varios jugadores azulgrana les tocará llevar el peso del equipo sobre sus hombros. Un sobreesfuerzo que puede acabar pasando factura cuando llegue la recta final de la temporada, cuando auténticamente se deciden la gran mayoría de los títulos.