Simeone (intentó dos fichajes) puede ahora quejarse de su plantilla
Tras la salida de Raúl García, el Cholo se pone al frente de una plantilla con dos jugadores por puesto... relativamente
"Mi salida fue muy meditada, pero muy complicada, porque tienes que poner todo en una balanza. Me voy a tener que ganar esa continuidad que me apetece tener como jugador. Soy muy competitivo y no me podía conformar con jugar solo unos ratos". De esta forma, delante de sus ya ex compañeros, Raúl García ponía punto y final a su etapa de 8 años como futbolista del Atlético de Madrid, y hacía públicas esas 'charlas' semi conocidas con Simeone, en las que le reconoció que no estaba para lo que el Cholo quería de él. No iba a ser un mero 'revolucionario' de partidos a ratos.
Tras haberse despedido del equipo esta misma mañana de martes, Raúl García deja una plantilla algo mermada (sólo 22 jugadores). Dos por puesto, aunque con desequilibrios cuestionables. La delantera está perfectamente cubierta con cuatro buenos delanteros, pero el canterano Saúl, además de Koke y el joven Thomas -al que Simeone pretendía ceder si llegaban tanto Motta como Kranevitter- tendrán que hacer de improvisados mediocentros si Tiago o Gabi fallan en algún partido. Algo que no gusta al técnico y menos aún sin poder tirar de Raúl García en momentos de tensión sobre el césped.
Atrás, Siqueira no ha encontrado acomodo fuera del equipo y se quedará para competir con Filipe, pero la baja de Miranda deja un cuadro en defensa con un central buenísimo (Godín) y tres figuras más de futuro que jugadores consolidados: Giménez, Savic y Lucas.
El Atleti tiene un grandísimo equipo titular, pero el Cholo aún no lo tiene claro con el banco de suplentes. Así se lo ha hecho ver a la directiva en los primeros partidos de la temporada. Sin ir más lejos, en el Pizjuán dejó fuera del once inicial a todos los nuevos, confiando en un equipo de hombres que ya estaban el curso pasado. Son mensajes 'velados' a una directiva que incluso llegó a pensar en vender a Godín, algo que no pasó porque el argentino intercedió.
De hecho, según 'vozpópuli', el Atlético peleó hasta última hora por dos jugadores para reforzar su centro del campo: El suizo Shaka, del Borussia Mönchengladbach, y Joao Moutinho, del Mónaco. Ninguno llegó a buen puerto, pero muestran que el club es consciente de dónde puede tener problemas.
Ahora habrá que esperar hasta diciembre para que llegue Kranevitter, un mediocentro de futuro que también tendrá que ganarse la confianza de Simeone, nada barata. Una planificación peligrosa para un equipo que juega tres competiciones y que se basa en la intensidad para alcanzar el éxito.