Los motivos por los que el Madrid no (puede) despedir a Benítez

Los motivos por los que el Madrid no (puede) despedir a Benítez

Cercenar la confianza en el nuevo proyecto tan pronto dejaría al descubierto carencias mayores

No han pasado ni dos meses desde que echara a rodar el proyecto deportivo de Rafa Benítez en el Real Madrid (hablando de partidos oficiales) y en el club ya se vive la primera situación incómoda con el entrenador. El empate en el derbi ha generado nervios y las posteriores declaraciones del técnico y de algunos jugadores no han ayudado nada a calmarlos. Pero algunos van más allá. En este sentido, el periodista Pipi Estrada desveló este martes en 'El Chiringuito' que incluso se piensa en una fecha límite para con la confianza en el entrenador.

 

"La cúpula directiva habla de que les faltan seis puntos. Esta vez no va a haber paciencia, a nadie le va a temblar el pulso si hay que tomar decisiones. Si en el doble enfrentamiento ante el PSG en la Liga de Campeonesi no se gana ninguno de los dos la maleta de Benítez estará lista. Con uno vale, pero si no se gana ninguno de los dos no habrá paciencia", aseguró el citado periodista.

 

Sin embargo, cuesta creer en algo así. Sobre todo, porque Benítez llegó como apuesta por parte de la directiva del Real Madrid este mismo verano, apenas hace cuatro meses, y como consecuencia del 'agotamiento', según los dirigentes y del presidente Florentino Pérez, del anterior modelo, el de Carlo Ancelotti, que llevó al club a conquistar la Décima Champions League. De cesar a Benítez, el Madrid estaría dando a entender que la apuesta por el técnico español no fue acertada.

 

De hecho, Benítez supone el cuarto entrenador en siete temporadas desde que Pérez volviese a la presidencia del club, una cifra significativa. El vaivén de técnicos, en número y en estilo, ha sido notable desde el verano de 2009. Tipos que apostaban por un fútbol de ataque como Pellegrini y Carletto, o entrenadores más tácticos y conservadores como Mourinho y, ahora, Benítez. Apuestas muy distintas que poco a poco han ido dejando cada vez más al descubierto la falta de rumbo de la directiva, que ahora no debe 'destaparse' tan pronto. Por eso no habrá decisión precipitada que pueda hacer que la gente vuelva su mirada más arriba, no sólo hacia el banquillo.