Acoso a un jugador del Athletic: El club 'cierra' los entrenamientos
Kike Sola fue increpado por varios aficionados. Como medida el Athletic ha anunciado que las siguientes sesiones a puerta cerrada, algo que no hizo con los incidentes contra Javi Martínez y Llorente
La afición del Athletic la ha tomado con Kike Sola. El delantero navarro que fichó por los ‘leones’ procedente de Osasuna en el 2013 se vio acosado durante un entrenamiento por unos seguidores que recriminaron su peinado, su manera de defender el escudo del Athletic y su puntería de cara a portería.
Sola aguantó estoicamente hasta que en un momento de la sesión, el navarro se giró hacia la zona en la que se ubicaban los cuatro individuos. Compañeros como Ibai y Raúl García, amigo de Kike Sola desde la etapa de ambos en Osasuna, intentaron tranquilizarle. Pero el incidente definitivo tuvo lugar cuando Sola y el resto de rojiblancos tomaron el camino hacia los vestuarios. Un nuevo improperio relacionado con su pelo y su profesionalidad, mientras Muniain se dirigía hacia estos aficionados para reprocharles su actitud.
Susaeta en la posterior rueda de prensa que “han sido cuatro individuos que han venido a molestar y ahí se ha quedado la cosa”. El Athletic por su parte ha decidido cortar por lo sano y cerrar los entrenamientos de hoy y mañana, que estaban previsto que fuesen, como el del miércoles, a puerta abierta. Por tanto, sólo podrán acceder los medios de comunicación durante el primer cuarto de hora en esos dos días, aunque la sesión del sábado se mantiene, por ahora, abierta al público.
Una medida, que denuncia El Confidencial, que, sin embargo, no se aplicó en incidentes más graves contra Javi Martínez y Fernando Llorente en 2012, que ya habían confirmado que no iban a renovar sus contratos con el Athletic que acababan el año siguiente.
En uno de los entrenamientos, varios seguidores radicales, poco asiduos a Lezama, aparecieron por la grada y desplegaron pancartas en las que se podía leer, por ejemplo 'Mercenarios kanpora' (mercenarios fuera) y posteriormente encendieron bengalas y petardos mientras insultaban a los dos jugadores. Todo eso se produjo con el conocimiento y la inoperancia del Athletic, que fue incapaz de frenarlo y que sólo después de producido el daño se atrevió a retirar las pancartas.