El vestuario del Oporto ya no calla más: hartos de las cantadas de Casillas

El vestuario del Oporto ya no calla más: hartos de las cantadas de Casillas

Iker tiene fama de vivir bajo el ala de Lopetegui, quien lo colocó con calzador en el club

El vestuario del Oporto está que trina. El portero se comía un gol de libro ante el Dinamo de Kiev que firmaba la derrota del cuadro portugués y complicaba la clasificación para octavos. Ahora al equipo de Iker solo le sirve un la victoria frente al Chelsea para pasar: la diferencia de goles encajados con sus rivales dejaría siempre al Oporto fuera en caso de empate a puntos, dando por seguro que el Dinamo no fallará ante el Maccabi, que aún no ha sumado un punto en la fase de grupos.

 

Nada nuevo. Y es que en el caso de Casillas llueve sobre mojado. En el minuto 89 del primer encuentro frente al Dinamo, Iker ya dejaba al Oporto sin dos puntos tras ir dominado el encuentro con un 1-2 favorable. Casillas se equivocaba al salir tarde en una jugada que llevó al empate del Dinamo de Kiev y luego escurría el bulto señalando al árbitro. Ahora, y tras una cantada que puede dejar a los de Lopetigui fuera de la Champions a las primeras de cambio, los más críticos con el portero en el vestuario sueltan la lengua.

 

Iker, que se relaciona casi únicamente con el clan de español, tiene fama de ser el protegido de Lopetigui entre los veteranos de grupo que no han aceptado la ficha de crack que le paga el club sin méritos, ni que el técnico le tape las vergüenzas en público siempre. Es por eso que cualquier error de Iker levanta revuelo en un club donde crecen las voces que apuntan a que su llegada a Oporto responde, únicamente, a un favor de Lopetegui a su amigo. Una realidad que no ha pasado por alto al segundo de Iker, Helton, titular el pasado curso, que lidera los movimientos de presión para evidenciar que Casillas no es ni la sombra de lo que fue. Un trato de crack en la nómina que no está reflejando en el césped calentando la plantilla, que era un remanso se paz, como nunca.



Además, estos críticos tachan a Iker de una falta abismal de autocrítica cuando falla. Casillas tiene fama de no asumir sus errores, esquivar las críticas para cargar el muerto a la defensa o, simplemente, pasar.