Morata se rebela: No será 'mercancía' en manos del Real Madrid

Morata se rebela: No será 'mercancía' en manos del Real Madrid

El delantero está feliz en Turín y para nada le seduce la idea de convertirse en dinero en efectivo para el conjunto blanco el próximo verano.

El lío con Álvaro Morata está servido en el Real Madrid. A pesar de la insistencia de Zinedine Zidane en promocionar a Karim Benzema como primer espada en la delantera blanca y de Florentino Pérez en traer a Robert Lewandowski, el club se saldrá con la suya a medias en otra operación en la que técnico y directiva mantenían diferencias. A medias porque, tal y como cuenta el diario MARCA este viernes Morata no será repescado (que va a serlo) para quedarse en el equipo la próxima temporada sino para ser, a su vez, vendido por más dinero.

 

32 millones de Euros por recomprarle y, estiman en Concha Espina, unos 50 millones de Euros por una nueva venta, previsiblemente a clubes como Liverpool o Manchester United, según el citado medio. Una simple operación destinada a ganar 'cash' para afrontar otros fichajes, en la que el ex canterano madridista es solo una 'mercancía' valiosa con la que comercia la entidad. Zidane siempre prefirió a Jesé cuando aún no era entrenador del primer equipo y sus mimos fueron destinados al canario. Y el club se ha hecho a la idea de que con Lewandowski y Benzema, Morata sería un futbolista residual. 

 

Sin embargo, el propio jugador, así como la Juventus, no están por la labor de aceptar esta jugada del Real Madrid. Morata siempre ha tenido buenas palabras para la 'Vecchia Signora' en sus dos años en la Serie A, asegurando estar muy feliz en Turín. Aunque no ha cerrado tajantemente la puerta al Real Madrid, nunca dejó claro tampoco si pretendía regresar algún día. Pero desde luego no está dispuesto a ser moneda de cambio para terminar en otro club distinto del blanco.

 

La Juve, por su parte, tratará de retener al jugador a toda costa. Sobre todo porque sabe que así conseguirá encarecerle mucho más de cara al futuro. Una operación en la que el Madrid se va a encontrar con obstáculos precisamente en la mano que le daría de comer.