"Cuando acabe la temporada, hablaremos": Bale reabre el fuego cruzado

Su recaída en su lesión en el sóleo vuelve a sacar al primer plano el tema de la brecha entre el vestuario y los servicios médicos... una vez más.

La noticia sobre la recaída de Gareth Bale en su lesión en el sóleo de la pierna derecha ha sentado a cuerno quemado en el club y en el vestuario. A sólo una semana de volver a disputar la Champions con ese primer envite tan señalado en Roma, la pérdida definitiva del galés es dura, ya que Bale -sin que sirva de precedente- estaba siendo el mejor, sin duda, de todo el equipo en los primeros compases de la era Zidane. Un recurso en ataque que estaba haciendo mucho menos importante y determinante el poco aporte que Cristiano Ronaldo realiza últimamente.

 

Pero esta nueva recaída del expreso de Cardiff, que se perderá, como mínimo y según Sportyou -medio que avanzó la noticia- otras dos o tres semanas más, y que se une a las bajas de Carvajal, Marcelo y previsiblemente Danilo con una defensa en cuadro para afrontar los próximos partidos, también ha reabierto un debate dentro de la entidad, y por el cual plantilla y cúpula directiva mantienen serias diferencias desde hace tiempo: el tema de los servicios médicos, comandados por el doctor Jesús Olmo.

 

La historia es bien conocida, y se la hemos contado varias veces en DB. Reflejada por todos los medios deportivos, se basa en la falta de confianza y en el descontento de buena parte de la plantilla del Real Madrid con este profesional sanitario, apodado "doctor estiramientos" de forma peyorativa por el plantel merengue, y responsable directo de la marcha de varios fisioterapeutas que eran de absoluta confianza de los futbolistas, entre ellos el célebre y muy querido Pedro Chueca, hombre al cual varios jugadores blancos siguen acudiendo para 'huir' de Olmo cada vez que pueden, fuera del ámbito del club. Pero Olmo está puesto 'a dedo' por la directiva y goza de blindaje institucional.

 

Ramos

 

El asunto ha llegado hasta tal punto que hace algún tiempo, según cuentan fuentes del entorno del club, el vestuario prohibió la entrada a Jesús Olmo. Sin embargo, las acusaciones de los jugadores al doctor son constantes cada vez que hay lesiones o recaídas por las formas, dicen, que tiene de recuperar a los futbolistas. Por sus métodos. En esta ocasión, el sentir del plantel es que Bale ha forzado demasiado en su regreso, haciendo trabajo de fuerza antes de tiempo... avalado por Olmo.

 

El asunto es grave y hace que vestuario y cúpula directiva mantengan una auténtica guerra abierta que incluso se ha trasladado a la escena pública. Después de la derrota del Real Madrid en Sevilla, la primera de la temporada y con Rafa Benítez  en el banquillo, (que en un gesto de lealtad al club siempre avaló a Olmo) allá por el mes de noviembre, Sergio Ramos salió a la palestra como capitán del equipo y fue muy claro al respecto delante de los micrófonos de la prensa en zona mixta: "Quizá no sea este el momento ahora (de hablar)... no voy a mentir. Pero es una realidad. Debemos intentar ayudarnos, llegar a final de temporada y poner los problemas encima de la mesa. Y entonces, cuando hablemos, los que podemos hablar más que otros, hablaremos".

 

Una 'amenaza' en toda regla a un club que sigue en sus trece de confiar en un hombre en quien la plantilla no confía. Muy malo, sobre todo cuando la confianza entre paciente y doctor es fundamental para que las lesiones se traten y se solucionen con solvencia y celeridad. Un problema que vuelve a avivarse, coincidiendo con el inicio de la parte más importante de la temporada y en la que más jugadores caen lesionados... como en el curso pasado.