El problema del Barcelona para colocar a Marco Reus en el vestuario
Las tensiones internas apuntan una guerra de poderes que condiciona las operaciones
Refuerzos. Luis Enrique ha alzado la voz. Las actuaciones de Munir/Sandro sacan los colores al vestuario partido sí partido también: ninguno de los dos canteranos tiene nivel Barça. Los dos jugadores cantan como almejas en el juego azulgrana obligado a contar con lo bueno y mejor por posición. No es caso de los señalados que aguantaron en el equipo por la sanción FIFA y una tesorería/masa salarial problemática.
Lucho advirtió a los capos durante el mercado que la marcha de Pedro debía de ser remplazada con un jugador de garantías, Bartomeu y amigos deslizaron que Sandro/Munir eran el camino. El Barcelona no niega el refuerzo para las posiciones de ataque, al contrario: pone sobre la mesa verdaderos cracks e invita a ‘Lucho’ a olvidarse de ‘Nolitos’.
A saber. Marco Reus sigue ahí. La llegada de Marco, activada durante el proceso electoral en el Barça, vive en un 'stand by' que podría recuperarse en el próximo mercado. El club propone traer un jugador de campanillas para la delantera. Y Reus figura en mayúsculas en al agenda del club.
El germano abre las variables en el juego de ataque, desprende al equipo de la dependencia del tridente. Las lesiones han dejado claro que el equipo necesita alternativas con galones. Además, a Lucho le gusta la idea de meter presión a la trío atacante ante el peligro de acomodo tras un año en que lo han ganado todo. En la misma línea, otro nombre: Dybala. El argentino, más caro, es el otro as en la manga de una operación abalada por el mismo Leo Messi. El argentino ha explotado en la Juventus y su crecimiento lo coloca en el ‘top’ cinco del fútbol europeo en un puñado de años. Un activo por el que desde el club se podría echar el resto, pero, y también, una salida que la ‘Juve’ quiere evitar a toda costa. Reus es el camino si Luis Enrique se olvida de Nolito.