Nabil Ghilas cambia de apodo entre la afición y pasa de “el gordo” a “el gafe”

Como es normal en las situaciones de ansiedad por la clasificación, en el Levante están los ánimos muy calientes y la grada busca culpables a la penosa trayectoria del equipo. Aunque los señalados son varios elementos de la plantilla y del Consejo de Administración, hay prácticamente unanimidad en la afición granota con respecto a la figura de Nabil Ghilas. El delantero, de 25 años, llegó esta temporada a Valencia para reforzar la línea de ataque del Levante y su campaña está siendo penosa, con cero goles celebrados hasta el momento en 22 partidos.

Ya de entrada, la figura del franco-argelino sorprendió a los hinchas en agosto porque a simple vista les parecía que le sobraban kilos, que había llegado gordo a la plantilla. Sin embargo, el club publicitó su peso, 83 kilos (para 1,83 m. de altura), en un intento de frenar esa especulación, algo que no consiguió porque para la grada del Ciutat de València el atacante es “el gordo”. Aunque no todos le denominan “cariñosamente” así, dado que la situación clasificatoria del equipo y el reciente descenso de Ghilas con el Córdoba también le ha valido el mote de “el gafe”.

Ghilas llegó al Levante a préstamo por el Oporto, y para allí le enviarían ya un amplio sector de la afición granota, tanto por su desafortunado rendimiento como por su comportamiento personal, ya que es un jugador que no acepta las críticas de la grada y muestra abiertamente su malestar con el trato que le dispensa la afición levantinista. Además, asiduos asistentes a entrenamientos del equipo opinan que su actitud es indolente, algo que parece no ver Rubí, ya que el entrenador le ha seguido dando oportunidades… y todas las ha desaprovechado.