La manga ancha de Luis Enrique (y capitanes) con Piqué harta al Barça
El 'Periscope' de Gerard tiene los días contados en el vestuario
Gerard Piqué tiene curriculum. El central ha recuperado su mejor versión en el campo, mientras que sigue siendo un problema fuera. Tras un 2014 en el que pesó más su vida de farándula risas y jaleos, en 2015 se vio una versión mejorada de Gerard. Buenas actuaciones que han tenido continuidad en 2016 dando un respiro al central con Luis Enrique.
El técnico siempre ha tenido a Gerard entre ceja y ceja: no le gustan sus timbas de póquer ni comulga con una vida que llegó a dejar el fútbol en segundo plano. El asturiano está hecho de otra pasta y no le tembló el pulso a la hora de dejar al catalán en el banquillo o mandarlo a la grada a escuchar música de Shakira.
La temporada pasada marcó un antes y un después en lo deportivo, pero volvió a ser un 'via crucis' interno en lo extradeportiva. El 'ego' de Gerard se ha convertido en un problema serio en el club.
Piqué tiene dividido al personal. Las salida de tono del central, especialmente en las redes sociales, no han sentado por igual a una mayoría obligada a defenderlo en público, pero que, en privado, no niega las distancias con un jugador controvertido al que el vestuario ya avisó negándole la capitanía.
Su último 'invento', el 'Periscope', molesta en una plantilla que, en opinión de algunos jugadores, está siendo demasiado permisiva con el central, empezando por el staff técnico y siguiendo por los capitanes. Avisos que han llegado a las alturas, la cúpula, donde preocupa la manga ancha en la caseta con Gerard y se actuará en consecuencia. Los días del 'Periscope' están contados.