El Atlético decidido a recuperar un cedido

El Atlético decidido a recuperar un cedido

De los cuatro posibles retornos, sólo convence el rendimiento de un defensa

La sanción de la FIFA está en el horizonte y preocupa porque los gestores del Atlético, aunque no lo reconocerán jamás, son conscientes de su mal proceder habitual durante los últimos años.  En su afán de recaudar dinero pasaron por alto todo tipo de consideraciones éticas y engañaron a niños y familias de origen asiático y africano, los que pensaban que pertenecían al club rojiblanco. En su defensa ante la FIFA, el club argumentó que de eso nada, que los 1.200 niños de sus escuelas no forman parte del Atlético de Madrid.



Con 183 niños de familias extranjeras investigados, 54 casos presentan para la FIFA evidentes irregularidades. El número es elevado, una barbaridad en un club que debe hacer honor a su historia, pero así trabaja la cantera ‘oculta’ del Atlético con sus responsables reforzados por Enrique Cerezo. En consecuencia, la FIFA amenaza con la sanción ya conocida de no permitir al Atlético que realice fichajes durante dos mercados, lo que es un drama para el primer equipo ahora que atraviesa una época de inimaginable bonanza.



Con la espada de Damocles ahí, en la Secretaría Técnica del club se hace un seguimiento detallado a los jugadores cedidos, que principalmente son Josuha Guilavogui, Borja Bastón, Alessio Cerci y Javier Manquillo. De ellos, no son los que se puede considerar triunfadores en sus equipos, Guilavogui y Bastón, los que tienen allanado el camino de vuelta, sino que es Manquillo el futbolista mejor visto desde las oficinas del Calderón. El lateral derecho titular del Olympique de Marsella, si en el Atlético no cambian de idea, puede acabar en julio su rosario de cesiones.