Las tensiones en la plantilla del Barça que esconde Luis Enrique
El técnico asturiano vale más por lo que calla que por lo que sabe
Luis Enrique es una tumba. La mala racha del Barcelona devolvió el debate a la mesa. El técnico azulgrana vale más por lo que calla que por lo que sabe.
Desde el manido conflicto de Anoeta en Barcelona ha sido 'vox populi' que las funciones del asturiano han pasado a ser de mero alineador. El golpe sobre la mesa de Messi y compañía supuso un cambio de jerarquías en la caseta culé: Lucho pasó de ser el capitán general a hacer/ejercer de capitán de puertas para a fuera. La autogestión marca el día a día en Barcelona. Una manera de hacer que tiene a Lucho sin lengua de tanto mordérsela.
Y es que los que conocen bien al entrenador del Barcelona alucinan con las tragaderas del asturiano. Incluso hay quien no reconoce al técnico en este papel. Explica Juanma Castaño, periodista de Cuatro y Cope, en 'Tiempo de Juego', que un exinternacional español, compañero de Luis Enrique no podía entender que Luis Enrique no interviniera ante el rosario de desajustes extradeportivos que salpican al vestuario azulgrana: desde las fiestas de Neymar, a los aires de divo de Messi, pasando por los desafíos de Aleix Vidal, la dejadez de Arda Turan, los Periscopes de Piqué y etc.
"Si conozco como conozco a Luis Enrique, es imposible que no le molesten todas estas cosas", aseguraba este ex compañero de 'Lucho' al citado periodista. Es decir, y lejos de la imagen proyectada al exterior, el asturiano lleva peor que mal las salidas de tono de algunos jugadores que se han hecho con el verdadero control del equipo.