El Barça no sabe contratar centrales: los fichajes más vergonzosos
El club azulgrana ha firmado varias incorporaciones de pesadilla para esa demarcación en los últimos años
La posición de defensa central está siendo todo un quebradero de cabeza para el Barça en los últimos tiempos. Pero no se trata de algo nuevo. Ni mucho menos. A lo largo de los últimos años, el club azulgrana ha cerrado un buen puñado de fichajes sencillamente desastrosos para apuntalar una zona tan delicada del terreno de juego.
Winston Bogarde.
El holandés fue uno de los caprichos de Louis van Gaal. Nunca acabó de adaptarse plenamente al equipo y acabó siendo traspasado al Chelsea, donde tampoco guardan precisamente un buen recuerdo de él.
Frederic Déhu.
En palabras del ex presidente Josep Lluís Núñez, llegó al Barça para que el club azulgrana fuera más conocido en Francia. Si hubiera jugado un poco más, tal vez se habría logrado ese objetivo. Su paso tuvo más lagunas que momentos brillantes.
Philippe Christanval.
Otro central francés que tampoco puede considerarse como un fichaje acertado por parte del Barça. Llegó a la entidad en 2001, recomendado por el entonces secretario técnico, Charly Rexach quien, curiosamente, no contó demasiado con él cuando se convirtió en entrenador del conjunto barcelonista. Dejó el fútbol en 2009, con 30 años, para dedicarse a la joyería.
Lilian Thuram.
Otro central francés que acabó fracasando en el Barça. Había sido un defensa de enorme calidad, pero llegó al Barcelona en el ocaso de su carrera, tras el descenso administrativo de la Juventus por su implicación en una trama de amaño de partidos. Nunca dio sensación de seguridad a la zaga barcelonista. Justo al dejar la entidad azulgrana se le detectó una malformación cardíaca que le impidió acabar su carrera en las filas del PSG, tal y como lo tenía planeado.
Henrique.
El brasileño tuvo un paso como mínimo extraño por el Barcelona. Nunca llegó a jugar un partido oficial con el primer equipo. Pep Guardiola no acabó de verle ninguna posibilidad. Actualmente, forma parte de la plantilla del Nápoles.
Dmitro Chigrinski.
Pep Guardiola tuvo buen ojo al traer algunos jugadores al Barcelona, pero también se le colaron auténticos fiascos, como Alexander Hleb o Dmitro Chigrinsky. El central del Shakhtar Donetsk fue una petición expresa del ex técnico azulgana, quien insistió en su fichaje a pesar de que no iba a poder disputar competiciones europeas. Varias malas actuaciones consecutivas acabaron por condenarle al ostracismo. Eso sí, no se puede negar que fue una incorporación muy exótica. Tanto, que hasta sirven un cóctel con su nombre en un emblemático local de la Rambla.