El Madrid se prepara para otro derbi insufrible:

El Madrid se prepara para otro derbi insufrible: "Es nuestro deber que no ganen"

De momento el tema se evita, pero casi ningún madridista quiere enfrentarse otra vez al Atlético en una final de la Champions, aunque lo ven claro.

El madridismo asistía bastante interesado al partido de ida de la otra semifinal de la Champions de este miércoles entre Atlético de Madrid y Bayern de Múnich. Deseando que los alemanes, enemigos acérrimos en Europa de la parroquia blanca -y que sin embargo, a pesar de los muchísimos enfrentamientos que ambos clubes han protagonizado en esta competición, nunca se han encontrado en una final- hiciesen hincar la rodilla al peligrosísimo equipo del Cholo Simeone en el viejo Continente. Sin embargo, el 1-0, con el golazo de Saúl y la enorme demostración de entereza, capacidad de sufrimiento y solidez como equipo de este Atlético volvió a sorprender al viejo Continente e hizo fruncir el ceño a más de un seguidor merengue. 

 

Porque los madridistas empiezan a ver bastante claro que si pasan ante el Manchester City, lo más normal es que vuelvan a encontrarse a los rojiblancos en la final de Milán. Otro derbi en una final de la Champions sólo dos años después de la todavía recordadísima de Lisboa, con aquel cabezazo salvador de Sergio Ramos en el minuto 93 que condenó por segunda vez en su historia al conjunto colchonero a la peor de sus suertes en la máxima competición Continental. Para el aficionado del Real Madrid, aquel gol de Ramos no supuso sólo el éxtasis de la tan ansiada Décima, sino que también le proporcionó un alivio futbolístico e incluso social, de la vida en el día a día de la ciudad, que duraría de por vida, o al menos eso pensaban los madridistas. Haber perdido esa final contra el Atlético hubiese sido nefasto para la historia del Real Madrid, un club que siempre se ha pavoneado de sus vecinos precisamente por sus Copas de Europa. Y en adelante le hubiese permitido a los seguidores colchoneros de la ciudad ganar cualquier discusión con sus rivales. Ganar todos los derbis de Liga y Copa de los siguientes 20 ó 30 años no hubiese compensado perder ese partido.

 

Ramos

 

Por eso, el madridismo ve la posibilidad de otra final de la Champions contra el Atlético con mucho escepticismo. Nadie la quiere o al menos muy pocos seguidores merengues, que prefieren enfrentarse al todopoderoso Bayern y no volver a exponerse a la posibilidad de darle al eterno rival motivos para mofarse para los restos. "Ganar supuso un alivio porque el Atlético no tendrá otra opción igual en muchos años", era el pensamiento hace dos años tras lo de Lisboa. Ahora el mero hecho de pensarlo genera una pereza enorme. Y ya se sabe que, cuando este tipo de encuentros se repiten, el ganador la primera vez tiene mucho más que perder.

 

Tomarlo por la vía positiva

 

A todo esto hay que añadir el calvario supremo que supone, a día de hoy, enfrentarse al Atlético para el Real Madrid. Simeone se ha convertido en la peor de las pesadillas del equipo blanco y de no haber sido por ese cabezazo de Ramos, la racha favorable a los colchoneros en los derbis recientes sería devastadora. Sólo 4 derrotas en sus últimos 16 enfrentamientos directos, incluyendo una final de Copa del Rey ganada al Madrid en los últimos coletazos de la era Mourinho (el principio del fin de aquella era de supremacía merengue que duraba desde 1999 sin perder un partido contra el Atlético), una Supercopa de España y una eliminatoria del torneo del KO en 2015. Zidane ha probado la la medicina del Cholo, pues perdió su primer partido como entrenador del primer equipo blanco contra el Atlético, allá por el mes de febrero.

 

Sin embargo, el madridista intenta ser positivo y tomárselo con filosofía. Confía en su buena estrella en la Champions, pues también se tumbó al Atlético en los cuartos de final de la edición del pasado año a doble partido, en una eliminatoria agónica quie decidió aquel gol de Chicharito Hernández. Y, viendo el estilo de Simeone, intenta colocarse en el papel 'popular': "Su fútbol es horrible. Es nuestro deber que un equipo así no gane la Champions", dicen ya algunos. El desenlace, a sólo un partido de conocerse en ambos casos.