Los números que han llevado a Bale a pelear con los capos del Balón de Oro

Gareth Bale volvió a ser fundamental en la victoria del Real Madrid por 1-0 ante el Manchester City en la vuelta de semifinales de la Champions League. Pero no sólo porque de las botas del galés saliese el centro que acabó entrando en la portería de Hart, sino porque el expreso de Cardiff se erigió de nuevo como el gran agitador del ataque madridista. Fue uno de los mejores sobre el césped, de los que más combinó y se movió entre líneas, y buscó con verticalidad la portería rival. El galés está demostrando partido a partido que atraviesa su mejor momento como futbolista del Real Madrid.

Una conclusión que, desde luego, no ha tenido un camino sencillo. Bale ha sufrido muchísimo hasta ganarse el cariño y el respeto de prensa y aficionados. Que ahora sea el considerado como mejor jugador del equipo por estado de forma se debe a un trabajo de constancia y también, por qué no decirlo, de fe ciega del club en sus cualidades y posibilidades, ya que se llegó a decir que por sus características y su facilidad para lesionarse nunca podría ser el líder de este equipo, algo que incluso algunos ya cuestionan, colocando a Cristiano Ronaldo en un segundo plano.

Precisamente, el hecho de que Bale parezca haber superado los problemas físicos que le impidieron tener regularidad hasta hace bien poco esta temporada y que esté atravesando este fenomenal momento de forma, hacen que desde algunos sectores de la prensa ya se haya empezado a especular con la posibilidad de que el galés se cuele entre los nominados al próximo Balón de Oro. El Real Madrid le fichó, entre otras cosas, porque le considera un potencial ganador, pero nunca había estado tan cerca de meterse en la terna de candidatos como hasta ahora.

Los números le avalan

Y es que Bale está en su mejor forma física y mental, y desarrollando el mejor fútbol de su carrera. Él mismo asegura haber aprendido muchísimo en su etapa en España. Ahora sabe combinar mejor y jugar como se hace en la Liga y no en la Premier, donde cunde el individualismo entre los extremos rápidos. Y por números, está como un toro: 19 goles anotados en la Liga, su mejor marca, superando los 15 que anotó en su primer año en el Madrid y además en sólo 22 encuentros, mermado por las lesiones. A esto suma un gol más en Champions, y nada menos que 11 asistencias. Está a cuatro de las 15 que también firmó en su temporada debut con el Madrid, que había sido la más prolífica hasta la fecha. Su curso 2014-2015 fue para olvidar.

Bale, además, es cada vez más influyente en el juego. Cuando tiene la pelota suceden cosas, hay entradas por banda, centros peligrosos o ataques de combinación. Que fuese influyente era algo que se le pedía desde hace tiempo, no sólo ser resolutivo marcando goles y dando pases en los metros finales. Estamos, en definitiva, ante el nacimiento de un nuevo Bale que, esperemos, dure mucho.