El modelo de La Masía se va a pique y dispara las alarmas en el Barça

Cuando Pep Guardiola impuso en el Barça el modelo de La Masía, consiguió poner en marcha un ciclo ganador tirando precisamente de jugadores de los equipos inferiores en el club. Y para mostrar su clara apuesta por la cantera, confío en su primer año como técnico azulgrana en Sergio Busquets y Pedro como titulares, dos jugadores que un año antes jugaban en Tercera División.

Pep Guardiola tenía muy interiorizado que para que llegaran los éxitos había que crear un clima favorable en el vestuario dando relevancia a los jugadores de casa sobre los de fuera. Y los Puyol, Valdés, Xavi, Iniesta, Messi, Busquets, Pedro... tomaron las riendas del vestuario y lideraron un ciclo ganador marcando el camino a los que venían de fuera. Esa era la apuesta. Sin embargo, en los últimos años el papel de La Masía en el primer equipo es irrelevante. Al margen del ascenso de Sergi Roberto y las apariciones testimoniales e irrelevantes de Munir y Sandro, el Barça no cuenta con su cantera para nada, a pesar de que el radio de acción del fútbol base del Barça no se limita a Barcelona, Cataluña o España, ya que la cantera del Barça abarca al mundo entero.

Sin embargo, el Barça B está muy lejos de Primera División. Vegetando en Segunda B se ha visto obligado en el último mercado de invierno a contratar a jugadores veteranos, sin ninguna proyección, para apuntalar la permanencia en Segunda B. Y cuando Luis Enrique mira al filial para cubrir alguna necesidad del primer equipo no encuentra nada. El formato de La Masía se ha ido deteriorando y ha caído en desuso. El club invierte una millonada en su fútbol base, pero ya no surgen de La Masí los valores que hicieron grande al Barça en la última década. Y Luis Enrique está decidido a meter mano en el tema para enderezar un rumbo que ahora mismo va a la deriva.