La estadística que hace sangrar sin descanso la pizarra de Simeone

La estadística que hace sangrar sin descanso la pizarra de Simeone

El técnico argentino ha perdido su aura de un tiempo a esta parte y fruto de eso llegó, sin ir más lejos, el primer pinchazo de la temporada.

Simeone empieza a no ser tan especial. Al menos, a estar expuesto a las contramedidas de la mayoría. Lo demostró el Deportivo Alavés el pasado domingo en el Vicente Calderón porque, si bien empató en la última jugada del encuentro con bastante fortuna (y acierto por parte de su goleador, Manu), salió vivo de un acoso previo del cual nunca se hubiera salvado si hubiéramos visto al Atlético de las primeras tres temporadas con el Cholo, entre 2012 y 2015.

 

Y es que una de las facetas en las que más ha empeorado el cuadro rojiblanco es la del balón parado. Contra el Alavés se sacaron 20 córners, otrora principal baza del equipo en ataque. En la actualidad podemos decir que este Atlético de Madrid ya no asusta en jugadas de estrategia como lo hacía antaño, cuando cualquier enemigo se echaba las manos a la cabeza y empezaba a temblar cada vez que el esférico se marchaba a córner o había una falta en la frontal del área. Para los aficionados era casi como un penalti a favor, así lo atestigua el diario MARCA.

 

Los números están claros: De los primeros 16 tantos a balón parado en la primera temporada con Simeone a los 23 de la 2013-2014 (el equipo fue campeón de Liga) o los 32 de la 2014-2015. El pasado curso los registros bajaron a 11 tantos, y lo que es peor: los colchoneros también reciben más tantos en este tipo de jugadas cuando antes las defendían como nadie, todo esto según datos del citado medio.

 

¿Qué ha pasado? Principalmente, la pérdida de poderío aéreo con la marcha de futbolistas como Miranda, Falcao o Raúl García pero también la progresiva enseñanza del resto de rivales sobre la pizarra del Cholo. Sin duda, esta va a ser la temporada más difícil para el argentino en España y en el Atlético. Después de dos finales de Champions perdidas en tres temporadas le resultará muy complicado hacer creer a la plantilla otra vez en la victoria, y en medio de un ambiente en el que quizá, por primera vez desde que logró instalar la filosofía del 'cholismo', los demás rivales ven al Atlético vulnerable.