El día en el que el nuevo fichaje del Valencia despreció al club che
Hay historia detrás de la última incorporación del club valencianista, que ultima su plantilla a contrarreloj.
La reunión de ocho horas que mantuvieron Suso García-Pitarch y Jorge Mendes este martes parece estar dando sus frutos. El Valencia se ha encomendado al agente portugués amigo de Peter Lim para desbloquear su complicada situación en el mercado de fichajes y darle a Pako Ayestarán y a la plantilla los fichajes que, sí o sí, ésta necesita para ser competitiva esta temporada. Se habla de hasta cinco operaciones en este último día antes del cierre del mercado, y parece que una de ellas ya estaría cerrada.
Se trata de la incorporación del central francés del Manchester City Eliaquim Mangala, que curiosamente ya estuvo la temporada pasada en la órbita del Valencia debido a la operación que llevó a Nicolás Otamendi al equipo inglés. Se especuló con que el futbolista sería moneda de cambio, cosa que finalmente no ocurrió porque éste se negó a ir al equipo valencianista. Especialmente desagradables fueron sus declaraciones en las que aseguró que haber aterrizado en la capital del Turia habría sido un paso atrás en su carrera.
Pero todo ha cambiado para el jugador en el espacio de un año. Pep Guardiola le informó de que no cuenta con él, y dado que tampoco el pasado curso fue un fijo para Pellegrini ni mucho menos, Mangala ha tenido que reconocer la situación en la que se encuentra y aceptar la propuesta del Valencia. Todo gracias a Mendes, que otra vez va a ‘hacer el agosto’, literalmente, a costa de las necesidades del conjunto che.
Junto a Mangala, el Valencia espera cerrar hoy mismo el fichaje del argentino Ezequiel Garay, así como intentar el de algún jugador que complemente a los que hay ya para el medio campo. Veremos si de aquí a las doce de la noche puede el club arreglar lo que no ha sabido durante todo el verano y así calmar a una afición más que enfadada tras las recientes ventas de Skrodan Mustafi y Paco Alcácer.