Cristiano Ronaldo mete el dedo en la llaga: ¡palo a los vagos del equipo!

Sí, pero no. Cristiano Ronaldo era euforia y decepción al término del encuentro del Real frente al Sporting. Su tanto salvador abría el camino de una remontada épica de no ser por la floja entidad del rival y jugar en casa. El Real, se parte de esta base, no debe sufrir para superar a una de las cenicientas del grupo. Llega al tramo final del encuentro con el agua al cuello es un serio aviso a navegantes: algo no se está haciendo bien.

La Champions no perdona. La máxima competición de clubs es cosa de cara o cruz. Al mínimo error te vas para casa o pasas segundo de grupo complicándote hasta el extremo el sorteo de octavos. Resumen: prohibido fallar.

Una realidad que no pasó por alto ni el mismísimo CR7 contento por el gol/resultado final, pero preocupado por el partido. "Entramos mal ante un rival que para mí no es una sorpresa su buen juego. Es un preaviso, el Madrid está abonado a estas remontadas épicas en el Bernabéu, pero en la Champions nos pueden pintar la cara y lo que queremos es ser primeros de grupo y ganar", advierte Ronaldo.

Toque de atención a la relajación excesiva de algunos jugadores que desesperó a Zidane. La falta de intensidad defensiva, así como la ausencia de control de balón dibujó a un Real Madrid perdido al que el Sporting bailó. Los dos goles tapan el resultado, pero no una trasfondo que necesita de una reacción urgente.