Las tres claves de la Roja de Lopetegui que hacen 'olvidar' a Del Bosque
El técnico salmantino fue todo y más para la selección, pero resultaba evidente que el combinado en los últimos tiempos necesitaba la entrada de aire fresco
El seleccionador Julen Lopetegui tenía una prueba de fuego en los compromisos de España contra Italia y Albania valedores para la clasificación del Mundial 2018. Representaban el primer reto importante y el técnico salió más airoso del desafío. Contra los transalpinos, el empate de Turín supo a poco y ante Albania, la Roja mejoró su propio estilo con una importante victoria.
A su antecesor Vicente Del Bosque se le debe todo y más, pero era evidente que España necesitaba el aire fresco que Lopetegui ha aportado. Un cambio que el ‘Extraconfidencial’ en un artículo del periodista Felipe de Luis Manero centra en tres puntos claves.
Mayor trabajo táctico
Lopetegui se inventó un 2-6-2 para rebatir el 3-5-2 de Italia. Con la salida de Nacho, los laterales dejaron de subir tanto en el segundo acto, posiblemente por indicaciones del propio entrenador.
Otra sorpresa táctica se desarrolló contra Albania. En esta ocasión, el técnico apostó por jugar con tres únicos hombres en la zona defensiva. Con Vitolo haciendo casi de segundo delantero, este sistema se asemejó a un 3-5-2, con Busquets de enganche entre la defensa y el centro del campo. De nuevo, el seleccionador quiso poblar la medular.
Presión alta
La selección española ahogó la salida de balón de Italia (ya fuera en corto o en largo) con una presión extraordinaria que no se veía en estos lares desde los tiempos del Barça de Guardiola. El sistema elegido en fase defensiva fue el 4-2-3-1 y cada futbolista subía hasta el final cuando ‘su’ jugador tenía el balón. De esta forma, pudimos ver a Carvajal presionando más arriba que Diego Costa.
Más hombres en el centro del campo
España utilizó 6 centrocampistas para desarmar a Italia. La Roja, en fase creativa, iniciaba la salida de balón con los dos centrales (Ramos y Piqué) y los laterales (Carvajal y Alba) se incorporaban al centro del campo directamente. Con Vitolo y Diego Costa más adelantados, el combinado de Lopetegui se plantaba en la medular con superioridad.
Y en este punto, Iniesta, el jugador omnipresente, está en el cénit de su carrera y Thiago aparece el jugador número doce. El futbolista del Bayern está llamado a convertirse en una de las referencias en el combinado nacional.