¡Atención! A Poyet le crecen los 'enanos' en el vestuario del Betis

¡Atención! A Poyet le crecen los 'enanos' en el vestuario del Betis

El técnico uruguayo, cada vez con menos sintonía con sus propios futbolistas. Ya hay casos concretos con nombres propios.

Tras nueve jornadas y dos meses de competición, una marca ya destacable a la hora de empezar a sacar las primeras conclusiones en cuanto al rumbo que los distintos equipos empiezan a llevar esta temporada, está claro que la fórmula Gustavo Poyet no está funcionando en el Betis. El charrúa logró aplacar el conato de crisis con mal final para él ganando a Osasuna por 1-2 este fin de semana, pero incluso en esta victoria ha tenido que ver cómo de nuevo su figura se colocaba en el centro de alguna que otra polémica. Sus decisiones para con algunos de los pesos pesados de la plantilla, especialmente Rubén Castro, mantienen a la afición bastante enfadada y poco a poco se va notando que le falta camino para tener al vestuario totalmente convencido de sus ideas.

 

El debate se centra sobre todo en torno al goleador verdiblanco, una auténtica institución en la entidad, que desde que empezó la campaña se ha convertido en el centro de las preocupaciones en las alineaciones de Poyet, por motivos que pocos se explican. El técnico decidió primero alejarle del área, su posición natural y tradicional, para escorarle a la banda, algo que ha mermado su rendimiento. Y el pasado viernes directamente le dejó en el banquillo, algo que ha terminado por hacer explotar a algunos en cuanto a sus críticas al uruguayo.

 

Desde abril del 2014, es decir, hace más de dos años, Rubén Castro no era suplente en el Betis. El fichaje estrella del presente curso, el paraguayo Tonny Sanabria, le ha adelantado en cuanto a jerarquías y el canterano Alex Alegría también se ha convertido en una 'amenaza' para él. El debate está servido en Sevilla. Aunque no ha habido encontronazos públicos o que se sepan entre futbolista y técnico, Rubén y Poyet sí se han cruzado mensajes respetuosos pero reveladores cuando el entrenador aseguró que era el ariete quien le había dicho que prefería jugar alejado del área, algo que éste negó.

 

Y mientras crecen las diferencias entre el jugador franquicia del vestuario bético y su técnico, un asunto que tradicionalmente suele ir muy en contra de los entrenadores en los equipos de élite, hay otro miembro del vestuario que también 'se le sube a las barbas' a Poyet: el central Bruno. Tras dos partidos consecutivos sin ir siquiera convocado e inmerso en las interminables rotaciones del charrúa, según los compañeros de Muchodeporte.com el defensa le habría hecho saber al club que, si la situación continúa así, le gustaría cambiar de aires en el mercado de invierno. El motivo también sería el propio trato dispensado hacia él por parte de Poyet. Otro problema más, dentro de una situación general que cada vez se le va más de las manos al entrenador. ¿Podrá reconducir la situación?