El 'palo' enorme de Zidane que deja noqueado a Simeone tras el derbi

El 'palo' enorme de Zidane que deja noqueado a Simeone tras el derbi

El francés pasa por encima del argentino tácticamente. Ahora, el Cholo tendrá que rehacer su equipo.

"Llevábamos toda la semana preparando este sistema". Son palabras de Isco Alarcón, sin duda el mejor de los 22 futbolistas que dieron color al último derbi de la historia de la Liga en el Calderón, que sirven para ejemplificar muy bien lo que fue el duelo entre el Atlético y el Real Madrid desde el punto de vista de los banquillos. Un choque que cayó del lado madridista casi desde el primer momento, en un serio repaso de Zidane a Simeone.

 

Sin duda, el baile táctico del galo a su homólogo argentino, uno de los entrenadores mejor considerados del mundo desde el punto de vista de la pizarra, dará que hablar en los próximos días. Zidane, un hombre que ya tenido que aguantar la coletilla de 'técnico florero' desde que aterrizó en el primer equipo en enero, se ha doctorado en uno de los estadios más complicados de Europa y lo ha hecho por la puerta grande, transformando su equipo por completo y convirtiéndole en un martillo pilón que dejó al Atlético sin vías de escape y a su entrenador sin recursos en la banda.

 

Isco

 

Pocos podrán acusar ya a Zizou de inexperto, de falto de ideas, o ni mucho menos de ser un preparador que no haga nada antes o durante los partidos. Convirtió a un Madrid que siempre ha tratado de tener la posesión y jugar al ataque esta temporada pero machacado por las bajas en una máquina de contragolpear. Con dos líneas muy juntas de hombres que sabían perfectamente lo que hacían, juntando a los hombres del medio con Bale y Lucas Vázquez jugando por sus bandas naturales, muy preocupados de cerrar espacios; usando a Isco de lanzador y a Cristiano de finalizador de forma magistral, con un malagueño cerca del área y liberado de cadenas tácticas.

 

El Madrid destrozó al Atlético con su medicina de siempre: defensa fuerte, intensidad, juego directo y balones a la espalda de la defensa. Recordó a los mejores tiempos de Mourinho, mientras el equipo local, que tantos elogios había suscitado esta temporada precisamente por 'mutar' en sentido contrario y ser más alegre, ofensivo y arriesgado, apenas pudo encontrar la forma de atacar a su adversario. Simeone, que se ha hecho célebre por todo lo contrario de lo que intentó hoy, tendrá que revisar su libreto. Es una dura bofetada para su autoestima.