El 'zasca' de Peter Lim como respuesta a la afición del Valencia

El 'zasca' de Peter Lim como respuesta a la afición del Valencia

El máximo accionista ya es consciente de la escalada de agresividad contra su figura en el entorno del club.

El Valencia juega poco menos que una final este lunes ante Osasuna después de dos semanas más que convulsas que han tambaleado la entidad hasta sus cimientos. La renuncia del entrenador, Césare Prandelli primero, y después la derrota contra el Celta en Copa del Rey para estrenar 2017 provocaron que el estadio de Mestalla estallara en gritos, insultos y mucha tensión verbal e incluso física contra el propietario, que sigue a miles de kilómetros de Valencia pero que ya sabe cómo están las cosas. Y todo esto ha terminado provocando la dimisión del director deportivo, Suso García-Pitarch. En estos momentos, el club es una nave totalmente a la deriva.

La corriente impuesta (ahora ya sí) por mayoría absoluta entre la afición y buena parte de la prensa es presionar para que Peter Lim venda sus acciones y se marche de la entidad. Después de dos años en los que las expectativas eran altísimas (estar constantemente en Champions, crecer institucional y deportivamente y pelear con los grandes por algún título) se ha transformado en un peligro constante de descenso de categoría. Pero, la pregunta es: ¿Realmente cederá el singapurense a estas presiones y abandonará el Valencia?

 

Lim

 

No parece que vaya a hacerlo. Según los compañeros de Deportevalenciano, que están muy cercanos a la actualidad del club, Lim ha transmitido un mensaje de autoridad y fortaleza. Posee el 83 por ciento de las acciones y no piensa vender. Además, no existen alternativas de peso realmente capaces de abonar la cantidad necesaria para comprar el Valencia (unos 500 millones de Euros, según el citado medio). Además, parece que el plan del asiático sigue su curso. Mientras se busca un nuevo director deportivo y se piensa en qué hacer con Voro, técnico interino, los últimos rumores apuntan a un interés por Jesé Rodríguez.

 

Esto supone una contestación firme ante una verdadera y creciente ola de animadversión contra Lim en el valencianismo. Algo que podría seguir provocando más situaciones de tensión en los últimos días si los resultados no acompañan. En definitiva, una situación tremendamente desagradable, ya que no parece haber una solución clara ni tampoco exitosa a largo plazo.