La lista negra de Messi en el Barça: la purga está en marcha

La lista negra de Messi en el Barça: la purga está en marcha

El crack pide cambios para seguir

Messi no está para bromas. El crack quiere recuperar el cetro del fútbol mundial hoy mejor que mañana y aprieta a las alturas con un proyecto ganador.

Los resultados que tapaban las miserias internas han volado. El mal momento del equipo deja al descubierto un drama mayor: los ‘capos’ del vestuario llevan con el gesto torcido desde el arranque del nuevo curso. Los fichajes pensados por Luis Enrique/Robert Fernández, director técnico del Barça, no han gustado a los ‘capos’ del equipo.

 

El club ha fichado suplentes, afirman, pero no titulares. Únicamente Umtiti cuenta con la aprobación de los pesos pesados de un grupo que alucina con las contrataciones de Paco Alcácer o André Gomes.

En el primer caso fueron varias las voces autorizadas del vestuario que advirtieron a los mandos del Barça que la continuidad de Munir era la mejor solución para apuntalar la delantera. Ni caso. Con André Gomes el drama fue mayor.

 

 En el equipo nadie se explica porque el club apostó por reforzar la medular soltando una millonada para una posición con ‘overbooking’ cuando la salida de Dani Alves dejaba el lateral derecho en paños menores.

 

 La falta de un refuerzo de garantías para suplir la ‘espantada’ de Alves mosqueó a Messi y compañía que sigue viendo diferencias insalvables entre el teórico once y el resto.

 

Leo no se siente cómodo con Paco Alcácer en el campo. Prefería a Munir. No se entiende con Digne. Del mismo modo que elige a Rakitic por delante de un André Gomes que mata el estilo de juego del Barça. Mathieu sigue sin encajar. Con Denis Suárez se tiene paciencia. Y de Aleix Vidal se asegura que nunca tuvo nivel Barça.

 

Cinco jugadores con los que los capos del vestuario prefieren no coincidir en el césped. Y un responsable mayor.

 

Los dedos de la plana mayor del grupo apuntan en una dirección: Luis Enrique. El ciclo de ‘Lucho’ en el Barça debe tocar a su fin. Messi quiere nuevas ideas. Un nuevo Barça para seguir.