El 'cruce' entre Luis Enrique y Messi que refleja el caos del Barça

El 'cruce' entre Luis Enrique y Messi que refleja el caos del Barça

Sigue sin haber excesiva coherencia en cuanto a los mensajes que la entidad lanza en conjunto y de puertas para fuera.

Pese a la victoria del Barça por 3-1 ante el Athletic Club de Bilbao, gracias a los méritos individuales de Leo Messi por encima de todo, el clima en la ciudad condal es algo más calmado pero todavía reviste cierta preocupación. Es evidente que el equipo jugó razonablemente mejor que los leones y que mereció pasar en la eliminatoria de Copa del Rey, que era, además, el primer ‘match ball’ de la temporada. Pero también es evidente que se puede y se debe jugar mucho mejor, y que sigue habiendo síntomas de debilidad en ciertos aspectos y, sobre todo, de demasiada dependencia del astro argentino.

Todo eso se siguió reflejando en la actitud y las palabras de los distintos protagonistas después del choque. Que este Barça está sumido en nervios y ligeramente despistado por temas extradeportivos sale a la luz cada vez que los distintos ‘actores’ del club salen a hablar en público, ya que parece que cada uno sigue haciendo la guerra por su cuenta. Sin ir más lejos, una de las primeras reflexiones de Luis Enrique en rueda de prensa tuvo que ver con un ‘palo’ a la defensa por el gol del Athletic, que forzó el 2-1 y la prórroga momentánea solo cuatro minutos después de marcar el Barça el 2-0 al inicio del segundo tiempo.

 

Messi

 

“Estamos en una dinámica que, con muy poco, nos marcan gol y nos cuesta ser precisos en los últimos metros. Espero que sea pasajero, porque la actitud de los jugadores es la mejor garantía para seguir creciendo”. Así de tajante estuvo el asturiano, mientras algunos medios aseguran que Leo Messi frenó otra oleada de críticas internas al que fue uno de los protagonistas de la jugada del gol rojiblanco, precisamente: Sergi Roberto. El canterano no termina de ser regular en la posición de lateral derecho, y en el momento del cabezazo de Saborit se quedó mirando. Una vez más, rendimiento irregular por parte del futbolista y Leo que tuvo que salir a restar importancia al asunto, siempre según publican los compañeros de Diario Gol.

 

Estas diferencias de criterio no reflejan que exista un mal ambiente ni mucho menos, pero sí ciertos desajustes que provocan caos interno y que se transmite hacia fuera. Las diferencias entre Luis Enrique y Piqué de hace unos días ya provocaron un incendio considerable, como las palabras del director ejecutivo del Barcelona, Óscar Grau, que apeló al sentido común a la hora de afrontar la renovación de Messi. Declaraciones que fueron contestadas de forma algo agresiva por Luis Suárez en zona mixta: “Lo que hay que hacer es renovarle, no tener sentido común”. El discurso sigue siendo de desunión.