Los palos a Cristiano Ronaldo que volaron en el vestuario del Pizjuán

Los palos a Cristiano Ronaldo que volaron en el vestuario del Pizjuán

El portugués fue protagonista del partido por varios motivos. No todos buenos.

Cristiano Ronaldo estuvo a ocho minutos de darle la victoria al Real Madrid en el Sánchez Pizjuán viendo puerta (otra vez) en el estadio del Sevilla, uno de los más prolíficos para el portugués en su carrera deportiva. Pero hasta llegar a ese momento del lanzamiento desde los once metros el luso no había vivido precisamente un encuentro sencillo, ni tampoco lo fueron los minutos restantes, en los que fue testigo de cómo su equipo tiraba por tierra todo el trabajo defensivo de más de una hora. Es el primer gran ‘palo’ para el Madrid esta temporada, y deja al ‘7’ algo señalado dentro del conjunto.

 

 

Porque Cristiano no hizo un buen partido. Sigue sin arrancar la versión más poderosa que podríamos ver del futbolista de Madeira este curso, y ante el Sevilla volvimos a ver a un CR7 errático en las decisiones, excesivamente poco participativo en el juego (motivado por el cambio de sistema de Zidane, que le dio el balón al equipo de Sampaoli) y sobre todo limitado en el plano físico. El mejor ejemplo, un balón franco para el 0-2 justo antes del empate del Sevilla en el que le tira un caño a un defensor nervionense. Cristiano se quedaba solo delante de Sergio Rico con muchos metros por delante pero entonces Steven N’Zonzi logra rebañarle la pelota limpiamente pese a arrancar su carrera en franca desventaja.

 

Todavía son bastantes las voces que aseguran que lo que está haciendo Cristiano es reservarse estratégicamente para llegar a mayo en perfectas condiciones físicas. Otros, menos optimistas, sostienen que el luso ya no es el que era en cuanto a velocidad (en tiempos de Mourinho era quien mejor aprovechaba estos sistemas diseñados para jugar a la contra, como el que dispuso Zidane en el choque), e incluso se aventura el inicio de la ‘cuesta abajo’ del portugués, que acabará como delantero centro rematador por pura limitación física.

 

Ronaldo

 

En cuanto al propio protagonista de este debate, se ‘autoflageló’ en el vestuario del Sánchez Pizjuán, como el resto del equipo. Como líder que es del grupo, se criticó por haberse contagiado de esa relajación que costó la derrota en los últimos instantes, y también por no haber aprovechado más las pocas ocasiones en las que el Real llegó arriba durante el partido. Cristiano es insaciable, el más exigente consigo mismo y también consciente de que era un encuentro para haber dejado la Liga casi finiquitada.

 

También hubo ‘palos’ a CR7 en el vestuario contiguo… pero no en el sentido autocrítico. Su gesto lanzando el balón a Vitolo antes del penalti para ‘quitarle de en medio’ cuando el canario del Sevilla intentaba desestabilizarle psicológicamente incendió a la grada, pero el luso se fue de rositas en el plano disciplinario. Otro episodio que reflejó muy bien la tensión que ha ido creciendo en torno a la rivalidad entre ambos equipos durante la semana.