El jugador 'señalado' en el viaje de vuelta a Barcelona
Otra vez se abre la veda con las decisiones de Luis Enrique en el entorno del Barça.
Supo jugar cuando pudo, supo sufrir... y venció. Esa es la conclusión que se extrae este jueves del partido que el Barça logró llevarse del Vicente Calderón por 1-2, que deja las cosas bastante encarriladas para los intereses azulgranas de cara a meterse en la final de la Copa del Rey. Encarriladas... pero no resueltas. A buen seguro viviremos un duelo trepidante en el Camp Nou la próxima semana, pese a que la ventaja culé conseguida a domicilio es sustancial.
El partido transcurrió por dos derroteros muy diferentes. La primera parte fue azulgrana, con un Barça controlando el juego y un Atlético alejado de su mejor versión, sin ser contundente en la presión ni en la intensidad y claramente inferior en ambas áreas. Fruto de todo ello llegó el tanto de Luis Suárez, tras una pérdida en el centro del campo rojiblanco en la que el uruguayo retrató a la defensa en una jugada rápida y con muchos espacios. Pero el 'efecto Simeone', sin duda tras una bronca del argentino, se notó en el segundo tiempo, en el que el equipo local apretó al máximo y logró meter al Barcelona en su campo la mayor parte del tiempo, consiguiendo el 1-2 definitivo.
Parte de culpa de esa transición de la primera a la segunda mitad la tuvo, de nuevo, el centro del campo del Barça. Luis Enrique tenía la baja de Busquets, así que la inclusión de Mascherano en el medio campo era obvia. Y junto al argentino decidió poner de inicio a Rakitic y André Gomes. El portugués desperdició de nuevo otra oportunidad para reivindicar todavía más protagonismo en el equipo. Es cierto que no jugó del todo mal pero sigue sin ser constante, atrevido y sólido. Perdió algunos balones sencillos y no termina de asentarse.
Muchos no entendieron por qué Lucho no apostó por Denis Suárez (que sí salió en la segunda mitad), y que últimamente se estaba mostrando en un gran estado de forma. Lo cierto es que los dos acompañantes del mediocentro es lo que más está variando el técnico asturiano esta temporada, pues no acaba de encontrar un trío realmente firme quitando a Iniesta y a Busquets, que son fijos. Gomes y Rakitic fueron sustituidos por Rafinha y Denis durante un segundo periodo en el que el Barça perdió el control. El luso debe dar un paso más.