Mourinho le toma el pulso a Florentino Pérez en la negociación más caliente
El entrenador portugués no se lo piensa poner fácil al presidente del Real Madrid.
José Mourinho ha captado el mensaje. El técnico portugués empieza a tomarle el pulso a su proyecto en el Manchester United. Tras un inicio muy complicado ha conseguido enderezar el rumbo deportivo y hacer que el equipo sea competitivo. Está lejos de ganar la Premier, pero tiene claro que la próxima temporada podrá configurar la plantilla a su gusto. Y justo entonces es cuando ha empezado a recibir las malas nuevas (para él) que supone una renovación del interés del Real Madrid por David de Gea.
En el club blanco vuelven a pensar en un relevo para Keylor Navas, después de una temporada irregular del costarricense, y el internacional español es el favorito de la entidad. Courtois es otro porterazo y la opción en la recámara, pero si se puede, piensan que tanto a nivel de marketing como de futuro, la mejor opción es el portero del Manchester. Atento a esta situación y sabedor de que en un pulso con el Real no habría demasiado que hacer tal y como están los dos clubes, Mou pasa al ataque por otras vías.
Y no puede hacer más que proporcionarle un entorno lo más feliz posible a su guardameta y prometerle la luna, tal y como leemos este viernes en el diario MARCA. Mourinho hará todo lo posible por impedir que De Gea vista de blanco, no por cuestiones personales con su ex club (se sigue llevando fantásticamente bien con Florentino Pérez) sino por un tema puramente deportivo. De hecho, para favorecer que el ex rojiblanco se sienta como en casa fichó a Emilio Álvarez, hombre fundamental en su ascenso en el Atlético de Madrid, como miembro del equipo de preparación de porteros.
El Real es consciente de que fichar a De Gea supondrá no solo un desembolso mayúsculo para lo que supone habitualmente un portero, sino también un desgaste considerable a nivel institucional. Tendrá que medir el riesgo. El United no dará ni una sola facilidad e intentará poner a los blancos como la parte 'malvada' de la operación, denunciando todo tipo de presiones y argucias. Pero parece que el inquilino de su portería está dispuesto a pasar otra vez por el mal trago, como hace dos temporadas.