El plan de Leo Messi para machacar al Real Madrid (este mismo domingo)
El argentino toma el mando de las operaciones en el club azulgrana.
Rabia y orgullo. Si le preguntaran a algunos aficionados culés, probablemente alguno avispado diría que la derrota del Real Madrid en Mestalla ante el Valencia ha significado la mayor victoria del Barça en lo que llevamos de 2017. El vestuario azulgrana se ha reenganchado mentalmente a una Liga que consideraba casi perdida si los blancos lograban los tres puntos en el feudo valencianista. Pero la derrota ha demostrado que en el equipo blanco no es todo de color de rosa, ni mucho menos. Hay bajón futbolístico, y se empieza a notar. Los móviles de los jugadores blaugranas echaban humo el pasado miércoles, algo que ya contamos en DB.
Pero no hay que olvidar que la errática trayectoria que están empezando a demostrar los dos máximos aspirantes al título de Liga (con permiso del Sevilla) hace que sorprenda mucho que nadie pueda toserle a los favoritos tal como están. Y es que el Barça no está bien tampoco, e incluso podríamos decir que está todavía peor que los madridistas, que al menos murieron en el área del Valencia antes de caer derrotados. El 4-0 de París todavía pesa mucho en el ambiente y si de verdad se quiere intentar maquillar este curso, considera el vestuario culé que debe vencer y convencer en el Vicente Calderón este domingo. Darle un giro de 360 grados a la confianza y el ambiente que se ha respirado durante toda la temporada en el campeonato doméstico.
Para ello, los pesos pesados de la caseta azulgrana han tomado el mando, con Leo Messi a la cabeza. Tal y como venimos contando, se espera que Luis Enrique alinee el once de gala ante los rojiblancos. Como hace dos cursos después de aquella derrota en San Sebastián, el 'run run' en Barcelona es que el vestuario ha vuelto a dar un paso al frente por encima de su entrenador, que sigue teniendo los días contados hasta el mes de junio. No habrá más rotaciones ni experimentos. Este Barça quemará sus cartuchos con lo que todos conocen.
Sin embargo, dentro de esta huida hacia delante, existe el covencimiento de que el domingo puede pasar algo positivo para los intereses del Barcelona. Así lo ve Messi, que ha espoleado a sus compañeros para no tropezar en su última oportunidad de poner en duda el título de Liga a favor del Madrid este curso. Venciendo al Atlético se colocarán líderes a la espera de lo que hagan los blancos, que saltarán al césped del Estadio de la Cerámica de Villarreal enormemente presionados. Una caída psicológica en toda regla sería lo que podría suponer el hecho de que el Barça arrebate al Real Madrid el liderato este fin de semana.