El Barça apuñala a un jugador por la espalda (y Messi baja el pulgar)

El Barça apuñala a un jugador por la espalda (y Messi baja el pulgar)

El club azulgrana planifica el siguiente curso

Días contados. La historia de amor de Paco Alcácer con el Barcelona va camino de terminar en divorcio sonado y de los que salen por un pico.

 

 

El club azulgrana se rascaba el bolsillo este verano para traer a un futbolista que contó con la negativa de la plana mayor del vestuario. Los capos de equipo preferían a Munir, un chaval de la casa que no costaba un céntimo de euro y se entendía a la perfección con Messi y compañía. Luis Enrique no lo permitió.

 

El asturiano dio luz verde a los 30 millones de euros que el club soltó al Valencia por un futbolista que acumula 12 minutos en los últimos 15 encuentros.

 

Ni esto es lo que le vendieron a Alcácer, ni Paco es el perfil de atacante que necesita el Barcelona.

 

Messi avisa: para seguir quiere un equipo ganador. Limpiar el vestuario de morralla y fichar calidad en cada línea. Paco, al que el Barça ya intenta colocar lejos del Camp Nou en conversaciones con terceros a espaldas del delantero, tiene un problema mayor: nadie paga lo que los capitostes del club soltaron por el que debería ser el mejor complemento para el tridente.

 

La salida de Luis Enrique, el único gran valedor del ex valencianista, deja a Paco en tierra de nadie. Un Alcácer que atraviesa por uno de sus peores momentos: si fuera ahora, aseguran desde dentro, no vendría al Barcelona ni por todo el oro del mundo. Todo dicho.