Zidane tiene un 'pollo' entre manos (a punto de estallar) en el vestuario

Zidane tiene un 'pollo' entre manos (a punto de estallar) en el vestuario

El técnico francés se enfrenta a una decisión complicada, aunque el calendario le beneficia.

Zinedine Zidane tiene mucho que analizar después del partido del pasado domingo en Villarreal. El encuentro se resolvió con polémica, es cierto, pero más allá de eso, al Madrid estuvo a punto de 'barrerle' otra primera parte desastrosa, pese a que los dos goles del Villarreal llegaron al comienzo del segundo tiempo. No fue hasta con el 2-0 en contra y a la hora de partido cuando, espoleados por el marcador y los cambios del francés, los blancos mejoraron en actitud, juego, rapidez y ocasiones, y marcaron tres goles para llevarse el encuentro y salvar un liderato que estuvo muy en peligro.

 

 

Lo peor es que nada de esto es algo nuevo en el Real Madrid esta temporada. La forma en la que el equipo ha sacado una gran mayoría de partidos a lo largo del curso es muy sorprendente. De hecho, los partidos que los blancos han vencido por goleada, de forma sencilla y jugando bien pueden contarse con los dedos de una mano (si bien lo de "jugar bien" no tanto, pues el equipo siempre muestra predisposición a ir al ataque y tocar la pelota con criterio, algo que hacía años que no se veía de forma constante). Pero es verdad que a este Madrid no le salen las cosas del todo bien si no se siente con el agua al cuello. Sólo 'sabe' jugar al cien por cien cuando va por detrás en el marcador, o en partidos señalados, o bien cuando es abroncado por su propia afición. Parece que si no es por la vía de la épica, el sufrimiento y las remontadas, no acaba de haber espíritu competitivo.

 

Morata

 

Buena parte de estos problemas vienen de la falta de efectividad y rendimiento del equipo titular. Para evitar un desastre como el de Valencia, Zizou recurrió en Villarreal al equipo que todo el mundo se sabe de memoria, al once de la Undécima. Sin embargo, salvo Bale, ninguno de los miembros de la BBC están realizando una campaña a su mejor nivel. Los dos laterales parecen estar sobrecargados de minutos, y defensivamente el equipo no acaba de ser fiable. Keylor tampoco es el mismo seguro de vida bajo palos respecto a la 2015-2016.

 

Por todo ello, los suplentes empujan con mucha fuerza. Isco y Morata volvieron a salvar los muebles en el estadio de la Cerámica al Real Madrid y los rumores sobre la posible marcha de ambos al final de la temporada se hacen cada vez más grandes. El banquillo le ha resuelto a Zidane muchísimos partidos este curso, y poco a poco se va quedando sin argumentos para seguir apostando por los mismos (o gran parte de ese equipo base) cada domingo. Lo bueno para él es que el calendario favorece sus rotaciones: para el choque de este miércoles ante Las Palmas en el Bernabéu podría realizar otro carrusel de cambios, dando entrada tanto al malagueño como al delantero madrileño, o puede que incluso a James Rodríguez, que en Villarreal no jugó ni un minuto.