La 'guerra' más sucia entre Barça y Real Madrid (se avecina tormenta)

La 'guerra' más sucia entre Barça y Real Madrid (se avecina tormenta)

La semana comienza con los dos grandes del fútbol español 'enzarzados' de forma indirecta.

Villarreal ha sido la gota que ha colmado el vaso. Lo que venía siendo una tendencia creciente con el paso de los meses, se ha convertido en la realidad que debe afrontar una Liga española que vuelve a ver cómo se habla más de las actuaciones de los colegiados que del fútbol de calidad que se despliega en cada campo de Primera cada fin de semana. Los culpables, los dos grandes, que se están jugando el título con permiso del Sevilla de Jorge Sampaoli. Barça y Real Madrid han dejado a un lado el dicho que dice que 'los grandes no tienen derecho a quejarse de los árbitros' para hacerlo. Y vaya si lo están haciendo. No sólo de ellos, sino del sistema en su totalidad.

 

 

La decisión de Gil Manzano de señalar penalti por mano de Bruno en un rechace con 2-1 en el marcador favorable al Villarreal y en pleno éxtasis de remontada madridista ha indignado al Barça. Así lo cuenta el diario MARCA y lo corrobora Don Balón, consultando fuentes cercanas a la caseta blaugrana. Gerard Piqué fue, como casi siempre, el encargado de expresar el malestar culé con el ya célebre y polémico tuit en el que denuncia 8 puntos arrebatados al Barça por errores arbitrales reconocidos en la prensa de Madrid. Pero el pensamiento del central, aunque censurado de puertas para dentro por hacerse público, es el mismo que el que tienen muchos otros pesos pesados del vestuario. Considera el Barça que los trencillas le están perjudicando muy seriamente en esta Liga. Y la prensa ha aprovechado para empezar el 'bombardeo' oficial con informes que sitúan al Real Madrid 13 puntos por debajo en la clasificación, mientas que los azulgrana tendrían seis más de los actuales si 'todo se hubiese hecho bien'. Ahí es nada.

 

Villarreal

 

El Madrid contraataca. No ya contra los árbitros, sino contra algo que está por encima. La queja formal del club hacia el trato televisivo tiene que ver con un pensamiento masivo entre la afición y dentro de la entidad que lleva tiempo arraigado pero que se contenía... hasta ahora. En el Real están hartos de que, de forma sistemática según su opinión, las realizaciones televisivas se empeñen en no mostrar demasiado imágenes que conlleven errores potencialmente favorables a los rivales del equipo blanco, mientras que siempre se 'ensañan' con imágenes en los que puede haber fallos a favor del Madrid. Tampoco gustan nada los comentarios 'sesgados' y 'antimadridistas' de las narraciones. Una acusación gravísima hacia todo el sistema, pues la televisión es la principal responsable de la percepción con la que el fútbol llega hasta los hogares y los ojos de todos los espectadores y aficionados.

 

Todo esto, el hecho de que en el Barça se haya abandonado ese discurso propio de la época de Guardiola en el que estaba prohibido recurrir a cualquier aspecto no relacionado con el fútbol y lo que pasara sobre el césped para justificar las victorias y las derrotas, poniendo, además, esa actitud como adalid de una serie de valores a través de los cuales los culés se hicieron célebres en el mundo entero, recuerda (a menor escala, pero al fin y al cabo recuerda) a la época de mayor tensión entre clubes que se recuerda: la etapa en la que Pep coincidió con Jose Mourinho en una Liga española que fue extremadamente tensa durante tres temporadas.

 

Es evidente que todas estas protestas no acabarán aquí. Ya se ha hecho lo suficiente como para destapar el tarro de las esencias en una Liga que, suceda lo que suceda, empieza a quedar 'manchada' por los errores arbitrales, los debates, la famosa historia de las bolsas aireada por el presidente del Villarreal y el papel de las redes sociales. Se avecina tormenta de aquí a junio.