La renovación de Isco abre en canal al vestuario del Real Madrid: celos, envidias y puñaladas

Isco Alarcón tenas la cuerda. El malagueño tiene la sartén, y toda la batería de cocina, por el mango en el Madrid.

Florentino Pérez no cumplió su palabra. Desde el entorno de Alarcón recuerdan que el jugador fichó por el Real perdiendo dinero –el futbolista tenía oferta que mejoraban en mucho los emolumentos del Madrid, pero aun así apostó por vestir de blanco-.Pérez, consciente de ello, prometió una mejora salarial a Isco a los dos años de firmar que no llegó.

Ahora, con el contrato de Alarcón a punto de expirar -2018-, el medio del Real juega sus caras con veteranía.

Isco no reniega del Madrid, al contrario: el jugador estaría encantado con seguir de blanco si Zidane le reserva un rol protagonista en el equipo y si Florentino iguala las mejores ofertas en sueldo para el jugador.

El Real llega a los 6 millones de euros, mientras que Isco pone sobre la mesa de Pérez tres ofertas de Barça, City y Chelsea que se encaramen a los 10 ‘kilos’. Peligro.

La continuidad de Isco en esas cifras tiene al vestuario de uñas. Karim Benzema, al que nadie ha llamada para  renovar/mejorar su sueldo en el Madrid, y que ha visto pasar a todos los grandes del vestuario por delante, se planta. También Kroos/Modric que se verían superado en la escala salarial por Alarcón. O Sergio Ramos que vería igualados sus emolumentos.

El capitán del Real avisa a las alturas: si Isco firma su renovación a precio de crack, los mencionados pedirán una revisión al alza. Un lío.