Florentino Pérez desmonta a tres cracks del Real Madrid (y pone a uno en el mercado)

Florentino Pérez desmonta a tres cracks del Real Madrid (y pone a uno en el mercado)

El presidente blanco estalla

Caras largas. El mazazo de Messi en el último suspiro convirtió el palco del Santiago Bernabéu en un funeral.

 

 

Florentino Pérez vale más por lo que calla que por lo que cuenta. El presidente blanco no empieza hoy en esto del fútbol.

 

Pérez no es el único que afirma que los resultados están tapando un mal mayor: algunos jugadores del Real no están dando la talla.

 

El calentón del presidente con estos pesos pesados del equipo no es fruto de la derrota en el Clásico. El club blanco tiene en marcha un ‘plan renove’ inamovible gane el Real el todo o nada.

 

Futbolistas como Cristiano Ronaldo siguen alternando peligrosamente actuaciones alejadas de su mejor versión con otras que rozan el absoluto descrédito.

 

Ante el Barcelona, CR7 volvió a no ser el líder que necesita el Real. Un papel que tampoco supo reflejar en el campo un Karim Benzema al que Florentino Pérez tiene en el mercado.

 

Lo mejor de Benzema, el delantero llamado a tirar del carro por galones, ya se vio. Su venta abriría la puerta a nuevas incorporaciones que deben apuntalar el futuro del Real. Zidane se opone. Pero Pérez es contundente: debe salir.

 

Sergio Ramos, excelso a lo largo del curso, mosqueó a los capitostes por una expulsión evitable. Fuera o no roja, lo que nadie niega en el Real es que la entrada, en un balón sin peligro y una zona, el medio del campo, sin trascendencia, fue un sin sentido que lastró al Madrid.

 

Modric, jugador que supera peligrosamente la treintena, volvió decepcionar; mientras Nacho evidenció su tremendo esfuerzo para intentar estar a la altura del nivel exigido en el Real. Si Navas, aseguran desde dentro, es el mejor es que algo falla.

 

Marco Asensio le cambió la cara al partido con su entrada. Hizo más el mallorquín en el puñado de minutos que jugó, advierten, que Ronaldo/Benzema. Morata, Lucas Vázquez o Isco, las otras grandes sensaciones del Real, no pisaron ni el césped.