La conversación más 'caliente' en el vestuario del Real Madrid tras el Clásico apunta a Zidane

La conversación más 'caliente' en el vestuario del Real Madrid tras el Clásico apunta a Zidane

El francés da un paso al frente junto con Cristiano Ronaldo.

Si había dos caras de la misma moneda nada más terminar el Clásico del pasado sábado en el Real Madrid, las ilustraban Cristiano Ronaldo y Zinedine Zidane. El primero nulo durante casi todo el encuentro, y el segundo muy señalado tanto por sus decisiones previas (la alineación de Bale, la no inclusión de Isco en el once inicial y la decisión de mandar a Lucas Vázquez a la grada) como por unos cambios que no dieron el rendimiento esperado y que sorprendieron a más de uno.

 

 

Si Ronaldo se tomó el gol final de Messi con muchísimo enfado y no pudo contener su reacción en público y en mitad del césped ("¡Haced falta, coño!" exclamaba, refiriéndose a la carrera de Sergi Roberto y a sus compañeros), Zizou lo llevó más por dentro pero mostró su frustración ante la prensa. Visiblemente enfadado, cargó contra la gestión de esos últimos minutos tras el gol de James Rodríguez que suponía un empate que le daba media Liga al equipo blanco: "Cuando logras el 2-2 con diez hay que tener un poco más de cabeza y estar juntos para defender".

 

Ronaldo

 

Todos esos sentimientos se dejaron notar en las horas posteriores al partido. En privado, el vestuario blanco se lame las heridas con sinceridad. No eran pocos los que hubiesen preferido que Bale empezase el partido desde el banquillo y así se lo hicieron ver al técnico, que al mismo tiempo les reprochó, dentro de los cauces normales, su falta de cabeza tras el empate. Errores por parte del entrenador y también de los futbolistas comentados con naturalidad pero también con rotundidad, que no deben repetirse más en lo que resta de temporada.

 

Zidane no quiere que el vestuario se le descontrole justo en el momento crucial del curso. Por eso ha intentado darle normalidad a una derrota que duele, pero que tampoco es para nada definitiva. Serenarse, cabeza fría y a ganar en Riazor es el mensaje, tras un encuentro en el que todos, incluyendo al técnico, han aprendido.