Sergio Ramos sube la temperatura con un recadito que deja Gerard Piqué por los suelos
El capitán del Real Madrid pone el dedo en la llaga
Sergio Ramos era la viva imagen de la felicidad. El capitán del Real volvía a ser una pieza clave en el entierro del Atlético que coloca al Real Madrid las puertas de la Duodécima tras un partido estelar.
Ramos se ha convertido en uno de los estiletes del Real este curso. Crucial con sus goles en los momentos más duros del Madrid, la estrella blanca avisaba al personal esta semana con verdades como puños.
La euforia azulgrana, especialmente al de Gerard Piqué tras vencer en Liga en el Bernabéu, no removió las mentes de una plantilla que tiene fijada la hoja de ruta.
El Real sabe que celebrar partidos como títulos no da la gloria. Mientras jugadores del Barça como ‘Geri’ han hecho de la remontada ante el PSG y el triunfo contra el Madrid un título celebrado en Canaletes, el Real/Ramos avisa: la grandeza del Real Madrid obliga a pisar únicamente la Cibeles con la copa en la mano.
El Barcelona, advierten desde el Real, pude verse en un sarao épico este final de curso: con los blancos levantando Liga/Champions, el doblete, y el Barça jugándose el curso con una Copa que sólo celebraría el más despistado.
La remontada contra el PSG no dio la Champions. Como el triunfo en el Bernabéu, aseguran, no es el título de Liga.