La frase que se cargó las opciones de Jürgen Klopp en el Real Madrid

La frase que se cargó las opciones de Jürgen Klopp en el Real Madrid

El modelo del alemán topa frontalmente con los postulados del Real

Florentino no quiere perder el mando del Madrid. El presidente está acostumbrado a tener la última palabra en cuestiones deportivas y necesita un perfil dócil en el banquillo. Ancelotti lo es. Mourinho lo fue.

 

A pesar de la idea creada/generada 'Mou' era un técnico servicial a las indicaciones de la directiva. Lejos de ser el rebelde que aparentaba, el portugués respetaba las estrategias de la institución. Escuchaba los 'consejos' del presidente y se prestaba al juego de Pérez. La directiva le apreciaba por esto. Lo mismo por lo que ha valorado/aguantado a Carlo.

 

A favor del italiano está su capacidad para amoldarse a los planes que se trazan en los despachos. En las dos temporadas que ha trabajado en Chamartín, el técnico jamás ha visto realizadas sus sugerencias de fichajes. Lo más que le concedieron fue la renovación de Benzema, que solicitó especialmente. El resto ha sido todo decisión de Pérez al que Carletto ha dejado jugar a entrenador/director deportivo.

 

En el lado opuesto está Klopp. El aún técnico del Dortumun dejó muy claro de entrada que no se deja manejar. No es Ancelotti. Ni Benítez. El alemán pedía tener la última palabra en materia de altas y bajas. Hermetismo total en Valdebebas. Nada de intervencionismos desde las alturas. Sugerencias. Consejos. Jürgen quería convertir el vestuario en un búnker cerrado a cal y canto a personal ajeno. Klopp es un hombre de fuerte carácter que gusta de conducir las cosas con autonomía, sin aceptar sugerencias desde la presidencia. Con Klopp el papel de Florentino pasaría a residual. 

 

Es por esto que los asesores de Florentino Pérez le han recalcado/avisado estos días que estos factores podían chocar en su contratación. La frase fue: Klopp sentaría al Bale de turno. Es por ello que los esfuerzos del club se han decatdo hacia un perfil más dúctil como el de Rafa. Benítez es lo más parecido a Ancelotti: un tipo accesible al diálogo, que abre las puertas de Valdebebas de par en par a los directivos. Y al presidente. Rafa habría pagado por entrenar al Madrid. Acepta consejos, sugerencias. Es dócil. Y está entregado antes de empezar.