Los equipos que pelean por sacar a Caicedo del Espanyol (y el drama del ecuatoriano en la Liga)
Así está la situación del delantero blanquiazul cuando afrontamos el inicio de un mercado de fichajes que se antoja crucial para él.
Si hay algún nombre propio cuyo futuro parece estar meridianamente claro dentro del plan que piensa seguir el RCD Espanyol este verano en cuanto a entradas y salidas de su plantilla, ese es el de Felipe Caicedo. El ecuatoriano no entra en los planes de la entidad para la próxima temporada por dos motivos bien distintos: primero, deportivamente ha sido desplazado por la presencia de otros jugadores en la plantilla con los que Quique Sánchez Flores cuenta más (Gerard Moreno, Baptistao…); y segundo, económicamente su ficha es un lastre para llevar a cabo la pequeña revolución que el club quiere hacer para seguir creciendo.
No parece que vaya a haber, por tanto, problemas en cuanto a que ambas partes están de acuerdo en que deben separarse. Caicedo busca minutos y protagonismo fuera del conjunto perico y el Espanyol lucrarse con un delantero que todavía tiene cartel en el fútbol europeo. Pero pese a ello, el gran drama hasta el momento es que no han llegado a las oficinas de Cornellá propuestas verdaderamente interesantes por el jugador.
Parece ser, según fuentes cercanas a la entidad blanquiazul, que diversos equipos han preguntado por él y que incluso habría habido algún acercamiento por parte de algún equipo mexicano, pero nada concreto. Su elevada ficha es un problema para él y para la entidad. Ya en invierno se especuló con clubs como Villarreal o Deportivo de la Coruña, pero finalmente no hubo nada concreto. Quique prefirió quedárselo, pero apenas ha jugado 14 partidos como titular y ha marcado sólo 2 goles esta temporada.
La cláusula de rescisión de Caicedo asciende a nada menos que 35 millones de Euros. Todo apunta a que el Espanyol tendrá que rebajar sus pretensiones y el ecuatoriano, las suyas propias respecto a su salario, sobre todo si quiere seguir jugando en la Liga española. Y tampoco parece que estemos ante una salida que vaya a resolverse en dos días. Queda mucho verano (de hecho, en términos estrictos ni siquiera ha comenzado todavía), así que prepárense para un culebrón de los gordos.