Más que palabras entre Bale y Ronaldo. La mayor bronca tras el Madrid-Juve

Más que palabras entre Bale y Ronaldo. La mayor bronca tras el Madrid-Juve

Cristiano se fue a por Gareth tras caer eliminado en la Champions

Cristiano Ronaldo ha protagonizado un final de curso movido. Su relación con el vestuario ha vivido varios desencuentros en las últimas semanas. Enganchadas/discusiones que demuestran que tiene los nervios a flor de piel.

 

El día de la eliminación ante la Juventus tuvo sus más y sus menos con Sergio Ramos, quien le echó en cara que sólo miraba por sí mismo y su "golito", en lugar de trabajar por el equipo. No fue el único roce. La escena se repetía ante el Valencia: varios miembros del equipo le recriminaron sus gestos/formas en el campo para con sus compañeros: un sector del equipo está más que harto de las caras de Cristiano que señalan al resto. El día del partido de vuelta ante el Schalke las cámaras cazaron a Cristiano criticando el juego de sus compañeros. "¡Qué vergüenza!", comentaba Ronaldo a Benzema.

 

Este sector del vestuario cree que esa actitud ha perjudicado al equipo que, por momentos, juega con miedo ante los desplantes del crack. Un Ronaldo al que critican su obsesión por el gol. Priorizar su partido al del equipo.

 

En este sentido, uno de los que más ha recibido ha sido Gareth Bale. La relación entre CR7 y el galés es casi inexistente. Su trato fuera del terreno de juego es prácticamente nulo. Y en el terreno se han hecho evidentes sus diferencias con gestos/desplantes del portugués hacia Gareth que le han valido la reprimenda del Bernabéu, alineado del lado del luso.

 

Una situación que ha molestado/incomodado a Bale hasta el extremo de pedir a Florentino Pérez que le despeje el camino. El galés sostiene que sin Cristiano en el equipo su crecimiento sería mayor. Quiere liderar el Madrid y sólo puede haber un gallo en el gallinero.

 

Unas palabras que llegaron después del último encuentro ante la Juventus cuando Ronaldo volcó toda su frustración en Gareth y arremetió contra él como un loco antes la sorpresa de un vestuario que tuvo que mediar para evitar que el tema se fuera de las manos. Una enganchada monumental, la más fuerte desde la llegada de Gareth al Madrid,  en la que Cristiano disparó contra Bale sin remisión: le acusó de individualista porque no le había asistido en una jugada. De ser un lastre en ataque. El problema de la BBC. Le tiró en cara una temporada nefasta. Pera terminar diciendo que jugando con diez es muy difícil ganar.

 

El galés no se mordió la lengua y atacó con los mismos argumentos que Sergio Ramos. Desde entonces uno y otro no se dirigen la palabra.