Florentino Pérez desvela su secreto mejor guardado: su nuevo plan para destrozar al Barça

Florentino Pérez desvela su secreto mejor guardado: su nuevo plan para destrozar al Barça

Su gestión al frente del Real Madrid ha cambiado mucho respecto a sus primeros años de mandato.

Tal y como venimos informando en Don Balón, Florentino Pérez ha empezado esta semana una rueda de entrevistas por ciertos medios de comunicación, algo que suele hacer cada final de temporada y justo antes de iniciarse el verano, y además este año con más razón, porque acaba de ser reelegido presidente de la entidad. Hasta ahora ha pasado por ABC, Onda Cero y MARCA, y precisamente en una entrevista que este último diario publica este martes, el mandatario merengue ha reconocido que en los últimos años ha variado mucho su forma de gestionar la política deportiva del club.

 

Pérez, que se hizo célebre en el mundo del fútbol mundial por fichar a grandes estrellas a golpe de talonario, ha sido acusado numerosas veces de no contar con una estructura deportiva dentro del club que le asesore correctamente y de hacer todo a su gusto y criterio, de forma arbitraria. Sin embargo, el presidente explicó cómo funciona el club en sus parcelas deportivas, y aprovechó para desvelar uno de los secretos mejor guardados de esta etapa de éxitos que está viviendo el Real Madrid. Algo que ya se sabía porque es evidente, pero que Florentino no había acabado de reconocer.

 

“Estoy convencido de que si seguimos (con este modelo deportivo), llegarán más (éxitos). Tenemos unos jugadores jóvenes espectaculares y creo que tendremos a los mejores en pocos años. Ahora ya no hay que ir a por el último en aparecer y gastarse 200 millones, ahora hay que ver los más jóvenes, en su entorno, en sus clubes. Tenemos un equipo que trabaja y encuentra jugadores como Vinicius, Fede Valverde, Asensio, Vallejo o Theo. Hay que alimentar el futuro de nuestro club con este tipo de jugadores”. Explica.

 

Si bien la popularidad de Florentino Pérez entre el madridismo siempre ha sido enorme, en sus primeros tiempos en el sillón presidencial siempre estuvo ‘marcado’ por una nada desdeñable cantidad de aficionados que le reclamaban más presencia de jugadores jóvenes, españoles y de la cantera en el primer equipo. Se le acusaba de no hacer caso a lo que había en casa y que siempre prefería gastarse millones de Euros en futbolistas extranjeros, que no siempre rendían. Parece que, con el paso de los años y los nuevos tiempos, ha aprendido… y ha cambiado. Y ahora vive, probablemente, sus mejores días en la presidencia desde que llegó en el año 2000.

 

Asensio

 

“La dirección deportiva, de la que tanto hablan, se fusionó con la dirección general cuando Valdano. Por tanto, el máximo responsable de la dirección deportiva es José Ángel Sánchez y después tenemos una dirección de fútbol que lleva Ramón Martínez y otra de baloncesto que lleva Juan Carlos Sánchez. Las dos funcionan y bien. Dentro de la de fútbol está Juni Calafat, que es un fenómeno en eso de captar a jugadores jóvenes por todo el mundo, de esos que tiene 18 o 19 años y que van a marcar el futuro del fútbol”, sigue explicando Florentino.

 

El mayor exponente sobre esta práctica ha llegado con Marco Asensio, que ha explotado esta temporada: “Asensio no es que sea un grande, es que puede llegar a ser un Balón de Oro. Tiene todas las condiciones para triunfar. Es humilde, trabajador, sensato, jugador de equipo y con una calidad tremenda. Todos sus compañeros lo reconocen. No es cuestión de dinero. Es de esos jugadores que fichamos de jovencitos porque tienen condiciones de jugar en el primer equipo. Esta ha sido su temporada de estreno y Zidane lo ha manejado de maravilla. Cada vez que ha salido, lo ha hecho magníficamente, pero lo del otro día es algo que no recordaba en mucho tiempo”, asegura el mandatario.

 

El Real Madrid ha liderado en esta práctica de fichar jugadores jóvenes en los últimos tiempos. Futbolistas como Odegaard, Vallejo, los propios Valverde o Asensio, ahora Theo o Vinicius son el mejor exponente. Una nueva forma de dejar a los grandes enemigos, como el Barça, sin argumentos de futuro a la hora de plantar cara a los blancos.