Lo de Ancelotti pareció una despedida, con Iker división de opiniones
El italiano recibió el aplauso y el cariño de la afición del Bernabéu, pese a ver el partido desde la grada. Con Iker fue otra historia, algunos pitos y gritos a favor.
La afición del Bernabéu es sabia y por eso se teme que este era el último partido de Carlo Ancelotti en el banquillo del Real Madrid. Bueno, en la grada, porque su sanción le ha hecho que no pueda pisar el césped ante el Getafe en el último partido de liga. Pese a ello, ha recibido el cariño del público tanto antes como después del partido.
Sin duda era un día de despedidas, se palpaba en el ambiente. Todos espectantes de cómo iba a reaccionar el socio. Mucho se está hablando estos días de los cambios veraniegos. Ancelotti, Bale, el propio Cristiano, y como no, Iker Casillas. El guardameta fue el que salió peor parado. División de opiniones, especialmente después de los tres goles que encajó. ¿Fue el último partido con la camiseta del Real Madrid? El tiempo lo dirá.
Pero Carlo fue el gran triunfador de la noche. Se va como todo un caballero. Hasta en los peores momentos ha sabido estar a la altura. Sin reproches, entendiendo como funciona esto del fútbol, y soltando elogios por todos lados. Nada de rencor, y eso que por detrás ha tenido que escuchar de todo durante estos últimos meses.
Casillas tuvo aplausos cuando salió a calentar. Cuando fue nombrado su nombre por megafonía los silbidos se hicieron presentes. Tras los goles fue en aumento, aunque lo cierto es que al final del partido se tornaron en aplausos. Tal vez a la afición se la ablandó el corazón pensando en que no volvería a verlo defendiendo su portería. Lo cierto es que se oyeron gritos de "Iker, Iker", y eso gustó al capitan.