James Rodríguez se va montándole el último lío al vestuario del Real Madrid de Zidane

James Rodríguez ya no es un problema para el Real Madrid. El que parecía iba a ser el culebrón más largo del verano en el capítulo de salidas en el conjunto blanco junto con el de Álvaro Morata se acabó de un plumazo este miércoles, cuando ya vimos al colombiano vestido con los colores rojos y blancos de la camiseta del Bayern de Múnich. Es verdad que la forma de salida ha causado cierta polémica entre el madridismo por haber sido, quizás, la demostración de una falta de opciones (cesión con opción de compra para los alemanes dentro de dos años por un valor bajo), pero lo cierto es que James suponía un quebradero de cabeza importante para Zidane, que no quería tenerle ya a sus órdenes en Los Ángeles.

Y en Los Ángeles está ya concentrado el Real Madrid, trabajando en la Universidad de UCLA y con la mente puesta en el inicio de la pretemporada y de esos primeros partidos en la International Champions Cup. Es verdad que todavía faltan por incorporarse algunos internacionales como Ramos o Cristiano Ronaldo, además de los futbolistas sub 21, pero en general, el grueso de la plantilla está ya allí a las órdenes de Zidane. Y el adiós de James, parece, no ha dejado indiferente a nadie.

Cuenta el periodista Antón Meana, de la Cadena SER, que el adiós del ‘10’ y su marcha al Bayern de Ancelotti ha sido toda una ‘bomba’ en el vestuario merengue: “La salida de James sentó como una bomba en el vestuario, sabían que se estaba buscando una fórmula para que saliera, pero la sensación en el vestuario es que todos se quitan un peso de encima. El vestuario en esta guerra Zidane-James estaba del lado del jugador, aunque entienden que Zidane es siempre justo, o casi, con los jugadores, pero era incómodo ver a James triste”, explicó, en las últimas horas.

Así pues, de haberse quedado, seguramente Rodríguez hubiera sido un problema para Zidane y para el vestuario incluso mayor que el año pasado. Por tanto, si bien muchos pesos pesados no están del todo contentos con que se haya ido, sí entienden que era lo mejor para todos. Pero ha sido el primer gran tema de conversación de una pretemporada en la que el gran reto para el técnico francés va a ser mantener el hambre y la disciplina en un grupo que lo ha ganado absolutamente todo.