Lo que no se cuenta del finiquito de Carlo Ancelotti con el Real Madrid
El año sabático del italiano responde a parte del acuerdo alcanzado con el club blanco
Carlo Ancelotti ya avisó en su momento: no va a perdonar un céntimo al Real. Una gran verdad. Y el italiano ha cumplido: acepta salir sin rechistar pero cobrando hasta el último euro de su contrato con el Real.
Carletto no quiere no piensa perdonar un solo euro y aún menos presentar la dimisión como le ha pedido Pérez. "Quiero seguir", soltó Carlo sabiendo lo que hay en juego. Pérez escucha. Y dispone.
La figura de Florentino está en entredicho. Algunos socios han empezado a alzar la vista al palco. Una realidad que no ha pasado por alto al mandatario y sus asesores. Pérez ratificó a mediados de curso a Ancelotti de una manera muy contundente. El presidente comprometió su palabra a al continuidad de Carlo hasta final de contrato pasara lo que pasara en el presente curso. Buscaba una salida 'amable'. Y la encontró: "Tengo que parar por mi salud", anunicaba el técnico en Italia. Carlo le echa un capote al club/Florentino, pone el cazo y todos contentos.
Carletto firmó por el Real Madrid por tres temporadas a razón de 7,5 millones netos al año. Y entiende que si el club quiere rescindir ese acuerdo, le tiene que abonar íntegro el año que le resta.
Los movimientos entre las partes han ido en esa línea. El Madrid está dispuesto a satisfacer los deseo del italiano pero no quiere quedar como el tonto en esta historia: en el club son conocido los 'flirteos' de Carlo con media Europa estando en el banquillo del Real y, especialmente, con el AC Milan: las conversaciones entre Ancelotti y el club lombardo han sido descaradas desde 2014.
Pérez se plantó: en caso de que el Real Madrid pague íntegramente la ficha y evite palabras mayores, estará en su derecho de exigirle que no se vincule durante este año con ningún otro club, una realidad que tiraría por tierra la 'excusa' del técnico: los problemas cerbicales aparecidos de la noche a la mañana y comprometería el pago.
Ancelotti responde que no tiene ningún problema en aceptar esa cláusula: quiere irse a Canadá a pesar. De hecho el anuncio de que o sigue en el Madrid o se toma un año sabático va en esa dirección. Sin embargo, la situación ha movilizado al Milan que ha desplazado a efectivos a la capital para convencer a Carlo. Misión imposible.