Carlos Tévez, un ganador nato se cruza en el camino de la Quinta del Barça
En 2009 estuvo muy cerca de ganar la Champions con el Manchester United, pero fue derrotado en Roma por el Barça. Ahora espera tomarse una cumplida revancha.
Bien hará el FC Barcelona en no tomarse a broma a Carlitos Tévez, el delantero que formará pareja en la delantera de la Juventus con Álvaro Morata el próximo 6 de junio en la final de la Champions League que tendrá lugar en Berlín. Tévez es un trotamundos del fútbol. A sus 31 años, ha jugado en seis equipos diferentes. Con el único que no ha conjugado el verbo ganar ha sido con el West Ham, precisamente el club que le trajo a Europa.
Antes habia ganado la Liga con Boca Juniors en Argentina y con el Corinthians en Brasil. Después la ganó con el Manchester United y el Manchester City en Inglaterra. Hace unas semanas ha conquistado el scudetto italiano con la Juventus. Tévez tiene 31 años y una cuenta pendiente con el Barcelona desde que jugara en Roma la final de la Champions League con el Manchester United de Cristiano Ronaldo. Ese día Tévez inició el partido en el banquillo y saltó al césped del Olímpico romano en el minuto 46. El Barça ganó aquella final que formaría parte de su inolvidable triplete y sextete. Pero Tévez no lo ha olvidado. Tuvo el triunfo muy cerca y Ferguson no le permitió salir a buscarlo desde el minuto 1. Esta vez será diferente. Tévez es una de las grandes estrellas de la Juve, junto a Pogba y Pirlo, y será también la principal amenaza para el Barcelona.
Tevéz se ha encontrado a sí mismo después de una etapa irregular, con problemas extradeportivos, que le alejó de la selección albiceleste. Aún se recuerda el desplante que le regaló a Roberto Mancini, entonces su entrenador en el Manchester City, cuando en un City-Bayern Múnich el técnico le mandó calentar y él se negó. Los aficionados del City la tomaron con él, fue castigado con una severa sanción y él se marchó a Argentina intentando volver a Boca Juniors. El City le puso en el mercado y Milan, Inter y PSG se pelearon por él mientras él permanecía en Manchester esperando y cumpliendo el castigo de seis meses sin jugar. Tuvo que pedir disculpas para volver a los terrenos de juego, pero el calvario de Manchester se acabaría pronto para él fichando por la Juve por 10 millones de euros.