Luis Enrique no se ha olvidado de la traición de Josep Maria Bartomeu

Luis Enrique no se ha olvidado de la traición de Josep Maria Bartomeu

El triunfo en las elecciones del máximo dirigente azulgrana comprometería en gran parte la continuidad del asturiano al frente del Barcelona

Luis Enrique sigue sin pronunciarse públicamente sobre su continuidad en el Barcelona. A pesar de que al técnico asturiano le queda todavía un año más de contrato con el club azulgrana, sus intenciones siguen pasando por dejar la entidad por la puerta grande tras sumar el segundo triplete de la historia barcelonista. El entrenador no se ha olvidado de lo que considera como una traición en toda regla del actual presidente, Josep Maria Bartomeu, y su triunfo en las próximas elecciones no haría sino reforzar su idea de dar un portazo.

 

El actual técnico barcelonista se ha sentido ninguneado por el máximo dirigente azulgrana. Sólo se ha hablado abiertamente de su continuidad cuando la posibilidad de pelear por los tres títulos en juego se convirtió cada vez más en una realidad tangible. Su relación con el vestuario es ahora más fluida que antaño y no olvida cómo desde las altas esferas se llegó a ofrecer su cabeza para dar un aparente golpe de timón tras la derrota en Anoeta. En ese momento, estaba prácticamente sentenciado. Los comentarios que se hacían sobre él desde una parte de la junta no eran precisamente muy agradables. Y además, vio como se destituía a Andoni Zubizarreta, a quien consideraba como uno de sus grandes apoyos en el club.

 

El mismo que no dudó ni un segundo en echarlo a los perros cuando su cuello parecía peligrar muy seriamente no se cansa ahora de proclamar que Luis Enrique va a continuar entrenando al Barcelona la próxima temporada. Los asesores de Bartomeu le han hecho ver que el socio no entendería en absoluto cómo se puede dejar escapar a un entrenador que puede ganarlo todo. Ahora, la masa social está decididamente al lado del asturiano. La grada del Camp Nou lo ha ido demostrando en incontables ocasiones coreando su nombre. Él, en cambio, sigue sin soltar prenda sobre su futuro. Hay demasiado en juego como para soltar lo que puede ser toda una bomba. Luis Enrique no es de los que olvidan fácilmente. Bartomeu puede haberse buscado al peor enemigo posible.