Varios capos del vestuario azulgrana no quieren ver a Pogba en el Barça

Varios capos del vestuario azulgrana no quieren ver a Pogba en el Barça

Las exigencias económicas del francés han generado tensión en la plantilla

El presidente del Barça está 'obsesionado' con el fichaje del centrocampista Paul Pogba, para enero del 2016. Una idea que ni vence, ni convence en el sí del vestuario azulgrana.

 

'Barto' le pidió a Ariedo Braida, el nuevo director de fútbol internacional, que hiciera lo que fuese para atar a Pogba.



Braida, perro viejo, y buen amigo del agente de Paul, Mino Raiola, y de Beppe Marotta, director general de la Juve, ha mantenido una última reunión para exponer la estrategia del Barça en el fichaje de Paul.



El objetivo es cerrar un preacuerdo, pagado a toca teja y por avanzado, para presentar al jugador como gran baza electoral. Ese preacuerdo se desarrollaría en el futuro a expensas de la victoria de Bartomeu en las urnas. La estrategia es parecida a la que llevó a cabo en su momento la candidatura de Joan Laporta cuando llegó a un entente -previo pago- con David Beckham para usar su nombre en los comicios, aunque nunca acabó vistiendo de azulgrana.



Una propuesta, esta, que no disgusta a la otra parte, la Juventus, que también recibiría parte del pastel de entrada por permitir usar a uno de sus estandartes. Además, de concretarse la operación, esta no sería efectiva hasta 2016, algo que atrae en Turín donde ya han asumido que deberán decir adiós al galo antes o después. El gran problema para cerrar el acuerdo es el salario que está pidiendo Raiola para Pogba.



Las cifras que tiene el galo sobre la mesa de clubes como PSG/Madrid no bajan de los 12 millones de euros netos por temporada. Una cifra que se sale del marco salarial que maneja el Barcelona y que elevaría la operación por encima de los 200 millones de euros, entre traspaso, ficha del jugador y comisiones.



Si Bartomeu da el ok a Radiola, Paul pasaría a ser el segundo futbolista de la plantilla que más gana después de Messi, algo totalmente fuera de lugar porque un chaval de 22 años no podría superar en ingresos a futbolistas como Neymar o Suárez, que están muy pendientes de la decisión del presidente que puede abrir brecha en el vestuario y desatar las iras de estos miembros de la plantilla a los que no está gustando un pelo los aires de estrella que gasta el chico y su representante con exigencias millonarias fuera de cartel. 

 

Suárez, pero muy especialmente Nyemar -que este año ya ha insinuado al club que espera un revisión de su contrato al alza-, no aceptarán bajo ningún concepto que un recién llegado como Pogba les pase la mano por la cara y esté por encima de ellos y pedirían una mejora.



La operación Paul le puede acabar saliendo al Barça/Bartomeu por un ojo de la cara.