La rebelión de las vacas sagradas contra Ancelotti desata una 'guerra civil' en el Bayern de Múnich

La rebelión de las vacas sagradas contra Ancelotti desata una 'guerra civil' en el Bayern de Múnich

El técnico italiano ya es historia, pero dentro del vestuario queda un problema creciente que, con todo lo que ha sucedido, está más al aire que nunca.

Hubo confrontación con algunas vacas sagradas. Tomó la polémica decisión de prescindir de James Rodríguez y, después de perder con el PSG por 3-0, Carlo Ancelotti fue despedido al día siguiente. Entre medias, Arjen Robben había exteriorizado, como portavoz improvisado, el malestar profundo existente entre varios pesos pesados de la plantilla del equipo alemán con el técnico transalpino. El holandés, que prácticamente dio la espalda a su entrenador ante los micrófonos de la prensa, junto con Ribery, Hummels, Boateng y Müller, conforma el grupo de cinco cabecillas de la conspiración que ha acabado con 'Carletto' 14 meses después de que fuese contratado para sustituir a Guadiola.

 

Dicen algunos medios que la alargada sombra del técnico catalán y sus títulos en Múnich han pesado sobre la cabeza de Carlo, algo que no tiene mucho sentido si tenemos en cuenta que Ancelotti, como Guardiola, había ganado la Bundesliga en su temporada de debut. No le han dejado seguir, sin más. Lo que realmente sale a la luz es la fortaleza de un vestuario cuyo núcleo duro está conformado por auténticos 'dinosaurios', jugadores muy veteranos que todavía son indiscutibles a ojos de la entidad, que temporada tras temporada planifica las altas y las bajas aposta para evitar que tengan competencia, y que hacen y deshacen a su antojo en el club.

 

Robben

 

Un club dirigido también por ex futbolistas, algo que siempre dota de un componente excesivamente 'patronal' las decisiones que se toman. El progresivo poder que se le ha dado a los jugadores y al vestuario en la dirigencia del Bayern provoca un inmovilismo deportivo que ha permitido que el equipo se haya alejado notablemente de la élite Continental, pese a que siempre parte como uno de los grandes favoritos en la Champions League. Robben tiene 33 años y Ribery 34, y ambos dejaron de ser, hace ya tiempo, jugadores de primer nivel. Sin embargo, parece que nadie es capaz de dar el paso a la hora de acometer una renovación profunda en la plantilla. Y quien se lo cuestiona, 'cae' antes de poder llevarla a cabo.

 

Precisamente, las principales diferencias entre Carlo Ancelotti y los veteranos estaban residiendo en los últimos tiempos en las decisiones que tomaba el técnico en cada partido. Siempre que decidía no poner de inicio a alguno de los mencionados, había problemas. Tampoco gustó la pretemporada en China este verano, que hizo que el Bayern llegase al inicio de temporada sin una preparación suficiente y excesivamente castigado por el calor que hizo en las zonas por las que viajó durante la gira. Ancelotti se quejó de esto, pero sólo le produjo problemas. Ahora estas vacas sagradas quedan expuestas, a la espera de ver si finalmente la afición bávara reacciona ante una situación que empieza a ser el pan de cada día.