Sergio García se deshace en lágrimas en su despedida del Espanyol
El delantero asegura haber tomado "la decisión más difícil de su carrera" y que lo más complicado fue "explicárselo a mi hijo, que no entiende porque me voy del club"
Amarga despedida del que ha sido en los últimos cinco años el jugador estrella del Espanyol y un hombre básico en los esquemas del equipo para todos los entrenadores que han pasado en este tiempo por el banquillo.
Sergio García, de 32 años, se va a Qatar al Al-Rayyan, donde percibirá del orden de 2,5 millones de euros por cada una de las dos campañas que ha firmado con opción a una tercera. Y el delantero quiso despedirse de la afición perica y explicar los motivos de su marcha.
“Me siento muy querido y sé que a la afición no le gustará. Tengo 32 años y tampoco se me alargará mucho la vida de jugador. Tengo que mirar que es un contrato muy importante y que asegura el futuro de mi familia e hijos. Eso es importante. En lo futbolístico, aquí habría estado respaldado por mi gente”, dijo.
El de Bon Pastor quiso desmentir que los rumores que apuntaba que si el Espanyol se hubiese clasificado para la Europa League, se hubiese quedado o los que apuntaban a que estuviese imputado en el ‘Caso Osasuna’ por supuesta corrupción. “Pienso que no hubiese afectado como tampoco ha influido el tema de Osasuna. No es una situación cómoda y todo se acabará aclarando”.
Reconocía que había sido “la decisión más difícil de su carrera” y visiblemente emocionado explicó que fue cuando habló de su hijo. “A mi hijo se lo tuve que explicar. No quiere que me vaya, pero él lo tiene que entender. Poco a poco se le irá pasando y que sepa la gente que es un perico más que siempre me habla del Espanyol”.
El atacante indicó que había hablado con Xavi Hernández para que le resolviese dudas, “y también me ha ofrecido ayuda”.
Con todo se guardó una última bala en la recámara, “si la cosa no sale bien, el Espanyol será mi prioridad para volver”.